Mayrlint Ardila llegó la ciudad de a Barrancabermeja a pasar unos días de descanso; y viajó en compañía de su perro Pierrre.
Ardila cuenta que al momento de comprar el pasaje dejo claro que viajaba con su mascota, un perro de raza Buldog Francés que tiene 2 años y 3 meses, y que cuenta con el guacal como lo indica la normativa para poder viajar con el canino dentro del bus; por lo que no hubo ningún problema y la empresa vendió el ‘Ticketek’.
La joven tenía planeado regresar a su casa el día de ayer 8 de agosto, por eso adquirió el pasaje con salida a las 3:00 de la tarde de ese domingo; no obstante, sobre el medio día recibió una llamada de la empresa de transportes Copetran y quien le reprogramó la salida para las 10:00 de la noche.
“Cuando me llamaron a las 12:37 del medio día a decirme que el bus iba a salir a las 10:00 de la noche yo nuevamente mencioné que viajaba con mi mascota que si no había problema, y la chica me respondió que no, que llegara y le avisara al conductor”.
Sin embargo, una vez llegó a las instalaciones de Copetran en Barrancabermeja, para informarle al conductor que viajaba con su mascota, este no se lo permitió y la envió con la administración; cuando la mujer se dirige a la administración ellos no le dan respuesta y la envían nuevamente con el conductor; y esa así, en medio de esa situación en la que no le dan una solución oportuna, que la joven pierde su viaje.
“Yo incluso les dije que me dieran el último puesto para no incomodar a nadie, les pedí que me dejaran hablar con los pasajeros y preguntarles si les molestaba y no me dejaron; mi perrito estaba en un guacal, y yo lo tenia medio dormido para el viaje”, contó la joven.
La solución de Copetran
Pero la única opción que le brindó la empresa de transporte, era enviar canino en la bodega donde va el equipaje; ante esto Mayrlint Ardila se negó, dado que Pierrre es un perro que tiene una condición médica de raza que es braquicefalia.
La braquicefalia es una dificultad respiratoria, que padecen las razas que tienen un cráneo y, en particular, la cara y la nariz más cortas; por eso la probabilidad de que muriera asfixiado durante el viaje, era alta; por el el calor que produce el motor del vehículo.
La joven que trabaja en la ciudad de Medellín se encuentra en estos momentos en la hija del sol a la espera de una solución; y denuncia que por culpa de la negligencia de la empresa, ha tenido repercusiones económicas, en su trabajo y que además no le han devuelto el dinero del pasaje.
“Yo tenía que trabajar el día de hoy 9 de agosto y esto me puede generar un proceso dentro de mi empresa, están jugando con mi tiempo, nadie me va a pagar los días laborales que estoy perdiendo”, expresó Mayrlint