Uribe, le tengo que decir que NO

Yo me siento una persona afortunada, a pesar de que nací y me crie en una ciudad, donde el conflicto armado guerrillero tuvo la presencia de todos los actores posibles para la época, a decir, FARC, ELN, EPL, con más de un frente en ocasiones, y posteriormente sufrimos el tormento de fuerzas paramilitares, afortunadamente nunca fui, ni yo, ni nadie de mi familia cercana, víctima de esa guerra sin sentido en que nos han mantenido, los radicalismos de lado y lado.

Pero si conocí testimonios cercanos, de conocidos y algunos amigos, que tuvieron que vivir en carne propia, que les arrebataran un ser querido;  asesinado por “No Colaborarle” a la guerrilla, o  masacrado por “Colaborarle” a la guerrilla.

Y ahora, que se presenta una oportunidad histórica, de que uno de los mayores factores de violencia cese su actividad guerrerista, nos ponen a escoger bando, entre el Si y el No, como si amar la vida y vivirla fuera una opción.

Lo primero que tengo que decir, es que NO creo que la firma con las FARC vaya a traer la Paz a  Colombia, indudablemente disminuirá la intensidad de la violencia, pero quedan activos muchos focos de ilegalidad y subversión.   Y ante la debilidad de la institucionalidad, permeada por la corrupción, el despilfarro de los recursos del estado, la inequidad social, la dificultad de los  jóvenes de acceder a oportunidades, lo que tenemos es el mismo caldo de cultivo que hace muchos años originaron los movimientos guerrilleros que hoy, después de más de 50 años, dice cesar el fuego.

Yo no quiero entrar en la disyuntiva del Si o el No, de Uribe o Santos; El resultado obtenido después de 4 años de bien intencionadas negociaciones, por parte del Estado Colombiano, manipuladas o no por la Guerrilla, han dado como fruto un acuerdo, que aunque mucho no nos guste, lo que brinda es una oportunidad real, de dar vuelta a la página de la guerra con las FARC, y que la institucionalidad se pueda dedicar a combatir y a derrotar los otros factores de violencia.  Para mí eso ya es ganancia.

Pero también tengo que decir, que no me “trago los Sapos” que dice el Presidente Santos.  Aceptar que lo acordado, acordado esta, no implica que tenga que aceptarlo.

Respeto la admiración de muchos por el Ex presidente Uribe, y lo que creen que  el representó para la institucionalidad de Colombia.  Pero no comparto su posición,  le tengo que decir, que no acompañare  su campaña por el No,  porque pienso que igual no pasaría nada, y de que no pase nada, a tener la posibilidad de unos guerrilleros reintegrados y tratando de vivir en sociedad, con privilegios o no, prefiero lo segundo.

Sin olvidar el pasado, démosle una oportunidad a un futuro distinto.

Así, el Estado Colombiano podrá dedicarse a combatir al real enemigo de la prosperidad y que realmente está amenazando la real Paz para Colombia.  LA CORRUPCION.

Melissa Moreno

‘Las opiniones vertidas en esta sección  son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Dígame”

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