Ayer miércoles la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes le dijo sí a la ley que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas.
De aprobarse el proyecto se modificaría el artículo 161 del Código Sustantivo del trabajo para que quede de la siguiente manera: “la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo es de 40 horas a la semana; que podrán ser distribuidas de común acuerdo entre empleador y trabajador en 5 o 6 días a la semana”. Actualmente la jornada laboral es de 8 horas diarias por 6 días a la semanas.
En su momento los autores del proyecto explicaron que el objetivo es fomentar la productividad; aumentar la contratación y reducir la informalidad laboral en Colombia. Este fue el último proyecto del Álvaro Uribe cuando fue senador.
“Trabajar largas jornadas es agotador, puede aumentar el riesgo de que los trabajadores cometan errores y causa fatiga física y mental, que podría dar lugar a que los trabajadores padezcan problemas de salud”, fueron una de las justificaciones de los autores del proyecto al presentarlo en el Senado en 2019
Si se convierte en ley este cambio se haría de forma paulatina; durante el primer año de vigencia de la norma se establecerán 45 horas semanales, al año siguiente 42 horas y en el tercer año 40 horas.
Sin embargo, y cabe aclarar que no es clara la forma en la que se manejaría las horas, es decir, se podrían trabajar 8 horas 5 días a las semana o se podría reducir una hora y media la jornada actual que es de 6 días a la semana.
Una de las preocupaciones de algunos senadores era el temor de que el cambio en la jornada afectara, reduciendo el salario de las personas. Pero, el articulado dice que el cambio de jornada no puede afectar la remuneración de los trabajadores.
Posiciones encontradas
Julio Roberto Gómez presidente de la Confederación General de Trabajo (CGT) dice que esta propuesta es viable; y que en varios países desarrollados se trabaja a 36 horas y las tasas de desempleos son manejables; además manifiesta que esa propuesta hace parte de una petición histórica de la CGT y demás centrales obreras.
Camilo Rodríguez, Presidente de la Cámara Colombiana de la Confección quien, por el contrario dice que esta es una iniciativa negativa:
“Esto va a tener efectos negativos para la producción manufacturera, y lo más importante para la generación de empleo. No es viable y mucho menos en este momento de pandemia, en donde estamos tratando de reactivar los puestos de trabajo”
El representante del gremio manufacturero dice que en la situación actual de Colombia se deben unir los esfuerzos para minimizar la pérdida de empleos, y permitir la reactivación de la economía; además aclara que de llegarse a aprobar el proyecto los costos de producción serían más altos, lo que los pondría en desventaja con otros países como Asia.
El representante del gremio dice que esta es una medida regresiva económicamente para todos los sectores de la economía del país.
Un empresario de Barrancabermeja, del sector manufacturero no expresó su preocupación al considerar que si se baja la intensidad horaria bajaría la producción y se les aumentan los costos en su producción.
Colombia en un nuevo escenario
Algunos senadores manifiestan que ese articulado se radicó antes de la pandemia, cuando el contexto y la realidad del país era diferente; por eso se debe tener en cuenta la crisis sanitaria que se vive por cuenta del COVID-19 y la crisis sociopolítica de Colombia.
El senador Jorge Benedetti, de Cambio Radical, señaló que el proyecto “está debidamente sustentado en experiencias internacionales muy positivas; pero la actual coyuntura de crisis económica no se presta para generar este impacto sobre el sector productivo”.
El promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de apenas 36,8 horas a la semana.