“¿Y qué ocurrirá mañana? Nadie lo sabe.”
–Yuval Noah Harari-
Hace unos días leía una nota en Financial Times a Yuval Harari (historiador israelí) donde hablaba sobre el mundo después del Covid-19. Según Harari, el mundo tendrá que escoger entre dos opciones: “vigilancia totalitaria o empoderamiento de los ciudadanos” y “aislamiento nacionalista o solidaridad global”. ¿De qué trata cada opción? trataré de explicarlas de la mejor manera a continuación.
- Vigilancia totalitaria: uno de los “éxitos” (si le podemos llamar así) que ha lo logrado por China en el control del Covid-19, consiste en habilitar el monitoreo de celulares y cámaras de reconocimiento facial de las personas para conectar los posibles casos de contagio con los que se han relacionado. Esto abre una brecha bastante peligrosa en el mundo moderno, ya que si bien es una herramienta valiosa para hacer seguimiento a la cadena de infección, ¿qué pasará con esta herramienta después de la pandemia?. Con ella los gobiernos podrían atacar de manera fácil y directa a la libertad individual de su población. Eso sí, podría ser una excelente alternativa contra la delincuencia (sin duda alguna). Pero me gana el escepticismo, ya que con esta alternativa los gobiernos podrían perseguir de forma más sencilla a sus opositores o a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos, bajo la excusa del bien común. Queda una pregunta para meditar: ¿cuánta libertad estás dispuesto a ceder por este bien común?
- Empoderamiento de los ciudadanos: significa entregar a los ciudadanos la información correcta, precisa y verídica de todo lo que está ocurriendo. Esta es la mejor forma para fortalecer a los individuos, no mediante la represión que representa nuestro punto anterior. Si todos estuvieran bien informados sobre los medios a usar y los síntomas, la ciudadanía aprenda fácilmente al tiempo que les da poder de decisión y autodeterminación. Esta fue una de las claves del éxito y de los avances que han tenido Corea del Sur, Taiwan y Singapur en su batalla contra la pandemia (claro, también la toma de muestras a un gran número de la población y otros puntos, pero para este texto quiero resaltar la importancia de las decisiones individuales).
- Aislamiento nacionalista: hoy muchas voces de la izquierda y la derecha apelan a la importancia de proteger sus fronteras y cerrarse al mundo, al mismo tiempo que alzan las banderas de un falso nacionalismo contra un enemigo que no existe pero que lo llaman “neoliberalismo” en un lado y “el país primero” en el otro. Para solucionar problemas globales debemos estar conectados al mundo y cooperar con otras naciones: acá no importa el color ni la preferencia política, lo que importa es vencer a este microscópico enemigo.
- Solidaridad global: Mientras la pandemia avanza todos estamos jugando a un “sálvese quien pueda”. No existe hoy en el mundo un líder que tome el toro por los cuernos y ponga de acuerdo a tantos individuos diferentes, pero si queremos salir bien librados de este escenario, la única salida es unirnos, aprender de los errores y aplicar las enseñanzas en nuestros países.
Vienen años complejos a nivel económico, político y social. Esta pandemia ha desatado un sinnúmero de fisuras en el poder del mundo, así como también les ha dado herramientas a los gobiernos para reprimir más a la sociedad o para ser más libres y como diría el economista Español Juan Ramón Rallo: “Los hombres libres actúan a través del mercado, los represores a través del Estado”. ¿De qué lado quieres estar?
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