El 6 de junio del año 2020, parecía un día normal para la familia Moreno y demás residentes del barrio Arenal en la comuna uno de Barrancabermeja. Como todas las mañanas, Flor María Moreno se despertaba para realizar los quehaceres de su hogar sin saber que a la puerta de su casa llegaría la noticia de la desaparición de su hija de 40 años Sedigne Moreno.
Al conocer la situación y ante la incógnita por parte de sus nueve nietos, quienes no tenían noticias de su madre, Flor inició la búsqueda de su hija enviándole en primera instancia a los conocidos del sector. Pero, minutos después a pocos metros de su vivienda fue encontrado un cuerpo flotando en aguas del río Magdalena en Barrancabermeja.
Hallazgo
Con la esperanza que Sedigne se encontrara en otro lugar, los pescadores y conocidos de la zona, dieron aviso a las autoridades de lo que sería el cuerpo de una mujer el cual se encontraba boca abajo flotando a pocos metros de la orilla. Por lo cual no demoraron en llegar hasta este lugar, acordonándo el sitio para iniciar con los actos protocolarios.
Pese a la declaratoria de pandemia que se vivía en ese momento, los vecinos y curiosos del sector llegaron hasta allí para conocer lo sucedido. Un silencio sepulcral junto a la zozobra y tensión eran las sensaciones que se podían sentir en el ambiente; y minuto a minuto quienes allí se encontraban conocían más detalles de aquel cuerpo que fue encontrado flotando en el río.
Era una mujer, la cual vestía prendas amarillas, presentaba múltiples golpes, e incluso algunas personas señalaban que había sido apuñalada. Aunque ante los rumores las autoridades se llevaron el cuerpo del lugar para realizar los actos urgentes.
Pasaban las horas mientras una parte de la familia Moreno se encontraba afuera de Medicina Legal a la espera de noticias sobre los restos de Sedigne. La otra indagaba en el sector que había pasado. Llegando así los comentarios de un feminicidio y abuso sexual por parte de desconocidos y en especial un hombre que la pretendía sin obtener la respuesta positiva de victima.
Moviles
Uno de los familiares relató que ella se encontraba atendiendo un establecimiento nocturno, trabajando como mesera, ya que era madre cabeza de familia y debía llevar sustento a sus nueve hijos. Al llegar la madrugada, un hombre conocido como Juan* la invitó a bailar, ella accedió pero discutieron y ella se alejó de esta persona. En este establecimiento sólo quedaba él junto a dos amigos más en una mesa, mientras del otro lado se encontraba Sedigne, el propietario del lugar y su esposa quienes le propusieron quedarse allí para celebrar los cumpleaños de uno de ellos luego de la larga jornada laboral. Ella accedió pero dijo que iba a su casa, la cual quedaba a pocos metros. Minutos después el hombre también salió y esa fue la última vez que Sedigne fue vista con vida.
Autoridades
Horas después que las autoridades encontraran el cuerpo y ante el pronunciamiento de su madre a los medios de comunicación, las autoridades de Policía se manifestaron de manera oficial ante el caso. Afirmando que se trataría de una muerte por inmersión normal y que no había algún rastro de violencia:
“No presenta ningún signo de violencia, las noticias que circulan en redes sociales no corresponden a los hechos presentados. La hipótesis que se maneja inicialmente es una muerte por inmersión, pero estamos a la espera de que Medicina Legal determine las causas exactas de la muerte”, explicó el coronel Gustavo Adolfo Martínez Bustos, comandante del Departamento de Policía del Magdalena Medio.
Desde entonces, la familia Moreno no ha tenido tranquilidad, en especial Flor María. Una madre quien señala que su mayor pecado es ser pobre, por que al tener dinero la historia de su hija sería diferente. La investigación avansaria, se conocerán detalles e incluso el feminicida ya estaría tras las rejas, haciendose justicia como ha ocurrido en otros casos.
Actualmente la historia es otra, la familia Moreno no solo ha sido víctima de este desafortunado caso. Ellos han referido que la menor de las hermanas también fue víctima de un abuso, por parte del mismo hombre que habría asesinado a Sedigne.
“Dos meses después mi hija menor, fue víctima del mismo hombre, él le contó que había matado a Sedigne, que la había apuñalado. Ella fue a pagar una locion a donde una vecina, el la piropio y persiguió, ella no corre mucho porque sufre del corazón, la alcanzó y la metió a la casa de la abuela de él. Estaba sola ella lo convenció que fuera a la tienda que quería estar con él, salió y ella se voló, los vecinos la ayudaron. Yo llegue y quería ahorcarlo, pero de seguro para mi si había justicia”
Con una mirada nublada y la vista al horizonte, Flor Moreno relata ese momento. Afirma que pese a tener las pruebas, testimonios de las personas y de más, las autoridades no hicieron nada. Y aquel hombre quien le arrebató a una de sus hijas y agredió a la otra días después se marchó del lugar tranquilamente y sin sentir culpa alguna.
Ellos han dado en múltiples ocasiones con el paradero de esta persona. Quien según ellos recorre los pueblos de la Costa Atlántica y cuando ve a alguna persona conocida realiza la misma acción huyendo de estos lugares; para así evadir a la justicia.
Fiscalía
La Fiscalía General de la Nación, seccional Magdalena Medio señaló que en este caso no tienen mucha información. Pero se encuentran investigando
Desde 2015 el feminicidio se incluyó en el código penal colombiano para que los asesinatos de mujeres, solo por la razón de su género pudieran ser juzgados; con un enfoque distinto al del homicidio y reconociendo la violencia histórica contra las mujeres.
Desde entonces, la Fiscalía ha iniciado 3.845 procesos por este delito, focalizando las zonas en las que más se han interpuesto procesos son Bogotá, con 761 casos; Valle del Cauca, con 605; Antioquia, con 391; Tolima, con 198; Santander, con 157; Magdalena, con 150, y Bolívar con 139.
A la fecha, y con lágrimas en sus ojos al recordar a Sedigne. Flor María Moreno espera que se haga justicia por el caso de sus hijas, ya sea por parte de las autoridades o Dios.
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