El sector del transporte de carga en Colombia se prepara para una jornada nacional de protesta en rechazo al alza del diésel (Acpm) que ha decidido implementar el gobierno. La medida, que contempla un aumento de $6.000 por galón hasta diciembre de 2025, ha generado gran preocupación entre transportadores, quienes consideran que esta decisión impactará negativamente la economía del sector y el país en general.
La Cámara Intergremial de Transportadores Unidos, junto con otros gremios del sector, se reunió el pasado martes 27 de agosto para analizar la situación y planificar acciones de resistencia. Como resultado, se convocó una gran marcha nacional para el viernes 30 de agosto de 2024, a partir de las 6 de la mañana. En la manifestación participarán tractomulas, camiones, volquetas y buses intermunicipales, todos en señal de protesta contra el incremento del precio del combustible.
Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, manifestó su descontento en una entrevista con Blu Radio, donde hizo un llamado al Gobierno y al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. “Es crucial que el Gobierno reconsidere este aumento, ya que podría disparar la inflación y afectar gravemente al sector transporte. El incremento del Acpm podría encarecer los fletes entre un 20% y 30%, lo que nos pone en una situación económica insostenible”, afirmó Cárdenas.
Además de la afectación directa en el costo de los fletes, el líder gremial subrayó que la medida podría derivar en la paralización de vehículos debido a la falta de rentabilidad. “Con un aumento de tal magnitud, los transportadores corremos el riesgo de quedar en números rojos, lo que nos obligaría a detener nuestras operaciones”, advirtió.
El plan del Gobierno implica que el alza se aplique en tres etapas de $2.000 pesos cada una, con ajustes semestrales hasta finales de 2025. Ante este panorama, los transportadores también alertan sobre el impacto que la medida tendría en otros sectores, como el transporte de pasajeros, especialmente en buses escolares y servicios intermunicipales.
Alfonso Medrano, presidente de la Cámara Intergremial de Transporte Unidos, expresó su descontento en una entrevista con Noticias Caracol, afirmando que las múltiples reuniones técnicas con el Gobierno no dieron resultado. “No estamos de acuerdo porque, a pesar de haber participado en diez mesas técnicas y haber presentado una fórmula para el precio del diésel en Colombia, el Gobierno no consideró nuestras propuestas ni presentó una alternativa viable”, señaló.
Los transportadores insisten en que este no es el momento adecuado para implementar un alza tan significativa, y advierten que la medida podría frenar la reactivación económica y afectar la competitividad del país. La jornada de protesta del 30 de agosto será una demostración de la preocupación y el descontento que ha generado esta decisión entre los actores clave del sector transporte.