A las 10:00 de la mañana las alarmas comenzaron a sonar en diferentes puntos de la ciudad dando inicio a la presurosa evacuación que debían cumplir los ciudadanos en aras del 5° simulacro nacional del cual Barrancabermeja participó. Instituciones educativas, Policía, Bomberos, Defensa Civil, Armada, centros de salud y alcaldía, fueron algunas de las entidades partícipes de la prueba.
El procedimiento
La oficina de Inspección de Seguridad fue la dependencia encargada de coordinar el proceso de evacuación en el sector comercial, específicamente en el Centro Popular Comercial – CPC – en el cual se establecieron tiempos récords de evacuación, o por lo menos así lo manifestó Antonio Merlano, quien se encargó de esta labor.
“Es un balance positivo porque todos los funcionarios y demás participantes acataron las instrucciones impartidas con anterioridad. El tiempo de evacuación del CPC fue de un minuto, recordemos que en estas acciones no se permite el uso de ascensores o escaleras, así que lo hicieron únicamente por las rampas”, comentó el inspector.
Más emergencias
Junto a la masiva evacuación, también se cumplieron dos situaciones de emergencias más, un accidente vehicular y un incendio, siendo ambas “atendidas” por el cuerpo de Bomberos de la ciudad. “Estas dos situaciones surgen a partir de la primera y también fueron atendidas con prontitud por los organismos de emergencia”, agregó Merlano.
Más de 120 personas alcanzaron a congregarse en este punto de encuentro, que por primera vez participa de un simulacro, aunque la ciudad ya ha estado presente en los cuatro anteriores.
Recomendaciones
Antonio Merlano finalmente señaló que estas pruebas deben ser tomadas en serio por la misma comunidad porque “hace un año hubo un sismo considerable y no avisó, estas emergencias no avisan; es precisamente por este motivo que se realizan los simulacros, se deben tomar con mucha seriedad. Aun así resalamos cómo se cumplió”, concluyó el funcionario.
Por otra parte, comerciantes del CPC vieron con buenos estas eventualidades, esencialmente porque “permite conocer cómo debemos actuar en un desastre natural. Debemos tener en cuenta a las personas con discapacidad o mujeres embarazadas también”, comentó José Betancourt, comerciantes del lugar.