A todos nos ha pasado alguna vez, tenemos una relación creemos que todo va muy bien, de pronto se termina y todos los planes, metas que tenían juntos se van a la basura. También nos ha ocurrido que tenemos demasiados problemas con nuestra pareja, pensamos en terminar pero no somos capaces, hasta que la otra persona se aleja y todo se acaba.
No es fácil superar rompimientos, el dolor de perder a un amor, a un ser querido, que te dejen sin explicación, ese vacío en el pecho y esas constantes ganas de llorar; el saber que todo lo que diste no fue valorado; pasamos por muchas emociones que no podemos controlar.
El pánico, sentirse abandonado por alguien que no se murió, sino que sigue ahí, pero que decidió que no nos quería más o que por su comportamiento nos hizo daño.
Muchas veces nuestras primeras acciones luego del rompimiento es pelear por la relación, luchar por que no se termine, hacer entender a la otra persona, que recapacite y se de cuenta del “error”. Pero no es tu trabajo arreglar algo que la otra persona rompió, piénsalo: te abandonaron, se alejaron tú no eres responsable de las acciones que la otra persona tomó, no debes hacer nada para cambiarlo, solo puedes seguir adelante.
Hay muchas formas de violentar la relación, por ejemplo: fuiste engañada (o); la persona que amabas rompió los lazos de la relación y decidió estar con otra persona. Si eres capaz de perdonar su infidelidad o cualquier acto que la otra persona hizo para hacerte sentir herida (o), no estás en el deber de hacer nada, tu pareja o ex pareja es quien tiene que enmendar ese error, debe sentir que rompió su promesa, que destruyó algo.
¿Cómo hacer para que caiga en cuenta de su error? Debes cambiar la forma en que piensas sobre lo que sucedió, debes aceptar que lo que creíste que tenías, la relación que mantenías, ya no la tienes, que la persona con la que pensabas durar mucho tiempo, el compromiso con el que soñabas, las ilusiones que mantenías, han llegado a su final.
Una persona que de verdad ama y está comprometida (o) con la relación, no hace daño ni engaña, no debes aceptar eso de nadie, y así como llegó esa persona a tu vida, otra llegará cuando tu corazón haya sanado, todo lo que nos sucede nos deja una enseñanza, algo que debemos aprender, si te hace tanto daño, no era amor, era apego y debemos analizar nuestro comportamiento para que no se repita nuevamente.
Sé que esto no es lo que deseamos escuchar, queremos que nos pidan perdón, que se arrepientan de lo que hicieron, que el dolor pase y nunca hubiese sucedido el evento que nos causó tanto daño, pero el primer paso para sanar, es aceptar lo que ocurrió, aunque duela, aunque sea imposible, aceptar nos dará un poco de alivio, que la persona que creíste que iba a estar mucho tiempo contigo, ya no está y no fue tu culpa.
Acepta que has perdido la increíble relación que tenías, entonces, si se terminó la relación, no era tan increíble. Este es el principio para la paz interior, si eres consciente, te hará moverte hacía adelante en tú vida con más poder, podrás hacer nuevas actividades, conocer gente nueva, dedicarte por completo a ti, experiencias totalmente distintas y gratificantes.
Cuando tu ex pareja vea ese nivel de aceptación, el o ella verá las consecuencias de sus actos y sentirá que rompió algo que de verdad valía la pena, y sepa que realmente perdió una buena relación, tal vez desee pelear y arrepentirse de sus actos.
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Acepta lo que sucedió, muévete hacía adelante, empieza a tener nuevas experiencias, construye nuevamente tu vida, las mismas actitudes por las que harán que el o ella vuelva a ti arrepentido (a), son las mismas actitudes que harán evolucionar y sanar aún más rápido el rompimiento, no te aseguro que vuelva, pero serás cada día un poco más feliz.