Ante la creciente violencia en el Catatumbo, ocasionada por los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc, el departamento de Santander ha movilizado recursos y activado un plan de contingencia preventivo para atender a posibles familias desplazadas que busquen refugio en la región.
Aunque hasta ahora no se ha reportado la llegada de desplazados, las autoridades han reforzado la coordinación entre instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Defensoría del Pueblo, centros médicos y entes de control. Este esfuerzo busca garantizar una respuesta oportuna y adecuada a las necesidades de quienes pudieran verse obligados a abandonar sus hogares.
Según Óscar Hernández, Secretario del Interior de Santander, las provincias de Soto Norte y el Magdalena Medio serían las principales receptoras de desplazados debido a su proximidad con el Catatumbo. “Estamos trabajando en identificar capacidades y acciones concretas para cumplir con las rutas de protección y acompañamiento a estas víctimas del conflicto”, afirmó.
El plan incluye la activación de comités de justicia transicional y la implementación de rutas de atención integral, abarcando salud, alimentación, alojamiento y apoyo psicosocial. Además, las alcaldías municipales, junto con la Dirección Territorial de Víctimas, están coordinando recursos y estrategias para enfrentar cualquier eventualidad.
