La cara de Ricardo Antonio Jerez Figueroa se inunda de satisfacción pero, especialmente, de orgullo cuando se le pregunta sobre la marca que acaba de imponer vistiendo la camiseta de Alianza Petrolera.
Ya son 200 partidos con la “aurinegra”, 187 en Liga y 13 en Copa, lo que pone al guatemalteco, de 32 años, como el jugador con mayor número de juegos con el equipo de Barrancabermeja en Primera División. Son más de 18.000 minutos de entrega, compromiso y calidad regados por toda Colombia desde su debut en Colombia, el 2 de febrero de 2013 contra Santa Fe, el mismo día en que la ‘Máquina Amarilla’ comenzó su andadura por Primera División.
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Jerez, sin duda una de las insignias del equipo y considerado ídolo por la afición, asegura que está feliz pero que pretende seguir adelante con su marca pero, especialmente, ayudar a que su esfuerzo sirva para que lo más pronto Alianza Petrolera le dé una inmensa alegría a Barrancabermeja, ciudad que, subraya, lo ha acogido de la mejor manera y a la que adora.
¿Qué sentimiento le embargó el compromiso ante Pasto, cuando jugó su partido número 200 con la camiseta del equipo aurinegro?
Primero mucha tristeza porque perdimos ese encuentro frente a Pasto; habría sido bueno terminar empatados por el punto que nos hubiera servido para sumar en la tabla. También sentí y siento mucha alegría porque no es tan fácil cumplir 200 partidos en el fútbol profesional y menos en una misma institución, por lo que le agradezco a Dios que me haya traído a Alianza Petrolera y a Barrancabermeja. Me siento orgulloso porque sé que en la mayoría de partidos he podido colaborar con los objetivos propuestos por nuestro club.
Recordando un momento su llegada a Barrancabermeja, ¿pensó en quedarse tanto tiempo o era parte de un proyecto momentáneo el venir a jugar al fútbol colombiano?
Cuando vengo a Alianza por primera vez firmé un contrato por un año. Inicialmente tenía temor de venir a un país y una liga desconocida; siempre invade un miedo por saber cómo poder encajar. Recuerdo mi debut: fue en el estadio de Techo, en Bogotá, un viernes a las 6 p.m., ganamos 1-0 y fue el primer partido que ganó Alianza en la A; también me eligieron como la figura del partido y es algo que me llena de orgullo el ser parte de la historia del equipo. Luego de eso fue un año complicado porque estuvimos peleando cada partido para no descender, al final se logró el objetivo y renové contrato por 3 años.
¿Cómo conoció a Alianza Petrolera y cómo se dio su llegada?
Estaba en Guatemala, con mi esposa y familia. Fuimos a una pista de patinaje un miércoles por la noche de diciembre y justo antes de entrar a patinar recibí una llamada de un representante que me decía sobre una posibilidad de jugar en un equipo de primera división. Al momento de decirme que es Alianza Petrolera, empecé a buscar en mi celular datos del equipo y vi que recién habían ascendido, que los colores eran amarillo y negro, también me di cuenta de que la mayoría de jugadores eran jóvenes. Acepté y empezó esta hermosa historia.
Conocí a Barrancabermeja tras una invitación de “Robertinho” y Carlos Viviescas; (Q.E.P.D) -líderes de barrismo social-; ya habíamos terminado el torneo así que vine a conocer la ciudad; quedé sorprendido porque había escuchado muchas cosas negativas, pero la sensación que me llevé fue muy buena, totalmente distinto a todo lo malo que me habían comentado. Tiempo después se da el traslado del equipo a Barrancabermeja, que en ese entonces estaba jugando en Floridablanca porque el estadio Daniel Villa Zapata no estaba listo.
¿Recuerda esa llegada a Barrancabermeja con todo el equipo y cómo fue ese ambiente al establecerse en la casa del equipo petrolero?
Al principio vinimos dos días a entrenar y visitamos el estadio. La gente invadía el hotel donde nos estábamos quedando porque querían conocernos y estar cerca de nosotros; al líder de la barra le tocaba poner orden con la gente, uno se sentía arropado por la calidez de las personas, sentíamos que este estadio siempre estaría lleno en cada partido, en los primeros encuentros que jugábamos contra equipos de categoría B, venían las diez mil personas sin importar nada.
No logro entender cuándo fue que el amor por el equipo se fue acabando, todavía no entiendo qué pasó, porque me contaban que aun cuando el equipo estaba en la B, este estadio mantenía lleno y con partidos a las 3:00pm.
Eso ya eso no pasa; actualmente jugamos en buenos horarios para el público, con un estadio más cómodo y con las boletas más baratas de Suramérica y me atrevería a decir que hasta del mundo. Sé que mucha gente ama esta institución y los que somos parte de ella la amamos aún más; esperamos crear nuevos hinchas porque esta ciudad necesita del fútbol y nosotros en la cancha queremos sentirnos arropados e impulsados.
¿Cómo se convirtió en un referente? ¿En qué ocasión empieza a ser tan querido por la afición?
En el primer año que llegué acá jugamos partidos claves para no descender y me fue muy bien; recuerdo que el partido de la salvación fue contra Quindío, en el estadio de Floridablanca, quedamos 1-1 pero al final ellos descendieron.
Tuve más o menos 6 intervenciones mano a mano esa vez. La poca gente que iba allá lo reconoció y creo que la gente de acá de Barranca vio eso y el amor que tengo por el equipo.
El compromiso que pongo en la cancha me caracteriza, siempre dije que cuando me fuera de Alianza es porque me saldría una muy buena oportunidad y así sucedió cuando me fui para Deportivo Cali y jugué Copa Sudamericana, que era un sueño para mí. Cuando vine con Cali a jugar contra Alianza los hinchas desde la tribuna coreaban mi nombre y al volver a Alianza me recibieron con los brazos abiertos.
¿Qué lo ha marcado en su vida como jugador o como ser humano en su paso por Alianza Petrolera?
Con Alianza he vivido los mejores seis años de mi vida en lo personal y profesional. Una de las cosas que más me marcó fue la muerte del líder de la barra Carlos Viviescas. Como capitán, apenas acabó el partido contra Millonarios, fui a la casa de la mamá y le di un abrazo; fue un momento negativo, pero creo que en los momentos difíciles es donde se conocen a las verdaderas personas que están con uno. Me partió el corazón ver a la mamá enterrar a su hijo. Futbolísticamente he tenido momentos muy buenos como una vez que ganamos 1-0 a Santa Fe en El Campín; también el día que clasificamos frente a Tolima, fue un momento muy especial.
¿Cuál es su proyecto como jugador y qué tiene pensado hacer con los títulos que recibió hace poco como entrenador?
Como arquero sé que si me cuido muy bien podría jugar hasta los 40 o 41 años o hasta donde el cuerpo aguante; yo me cuido mucho. Tengo ese título de entrenador y claro que me gustaría ejercerlo; en algún momento hablé con el Presidente de Alianza Petrolera y le comenté lo que quería hacer a futuro: me gustaría empezar desde abajo para desarrollar todo el proceso como entrenador, pero en esta etapa de mi vida solo pienso en seguir dedicándome a ser arquero, estoy comprometido con el club y no tengo intenciones de irme de Alianza y menos de Barrancabermeja, donde soy muy feliz con mi esposa e hijos.
Sabemos que usted tiene un sueño que quiere cumplir con Alianza…
Con Alianza he tenido dos objetivos que espero cumplir: ser campeón de la liga colombiana y jugar una copa internacional. Lo hago por el amor que tengo a la institución y porque quiero seguir siendo parte de la historia de este equipo que me ha brindado muchas oportunidades a nivel profesional.
Fuente: Alianza Petrolera