Aunque no hay cura para la gripa, existen diversos remedios para aliviar sus síntomas y mejorar el bienestar general durante la enfermedad. El resfriado suele durar una o dos semanas, pero el malestar puede mitigarse.
La hidratación es clave, ya que líquidos como agua, jugos, caldos o infusiones pueden aliviar la congestión y prevenir la deshidratación. Evitar el alcohol y la cafeína es importante. Además, el descanso adecuado es esencial para permitir que el cuerpo se recupere.
Para combatir síntomas como dolor de garganta, las gárgaras de agua salada o métodos como trocitos de hielo. La congestión puede aliviarse con aerosoles o gotas nasales de solución salina. También, los médicos recomiendan el uso prudente de analgésicos como acetaminofén o ibuprofeno según la edad y el peso del paciente.
La incorporación de líquidos calientes, como sopa o té, puede tener efectos calmantes y ayudar a aliviar la congestión. La miel puede ser útil para la tos en adultos y niños mayores de un año. El uso de vaporizadores o humidificadores puede agregar humedad al ambiente y facilitar la respiración.
Se deben evitar remedios ineficaces o potencialmente perjudiciales, como el uso indebido de antibióticos, especialmente en el caso de resfriados causados por virus. También se desaconseja el uso de medicamentos de venta libre en niños pequeños sin consultar a un médico.
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