El movimiento de hutíes de Yemen atacó este sábado dos complejos en el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita, incluyendo la mayor instalación de procesamiento de crudo del mundo, en una acción que según tres fuentes afectaron la producción y las exportaciones del reino.
El ataque ocurrió en momentos en que Saudi Aramco acelera sus planes de salida a bolsa -lo que podría suceder este año- y se produce tras asaltos contra las instalaciones petroleras del país y tanqueros en aguas del Golfo Pérsico. Los ataques del sábado parecen ser los más feroces hasta el momento en la zona.
Arabia Saudita, que lidera una coalición militar suní que intervino en Yemen en 2015 contra los hutíes, ha culpado a la potencia chií Irán por atentados previos, algo que Teherán niega. Riad acusa a la república islámica de armar a los hutíes.
Tras citar a su corresponsal, la cadena de televisión Ekhbariya dijo que no se produjeron víctimas, pero no se emitió una declaración oficial. Un testigo de ‘Reuters’ cerca del lugar dijo que se contabilizaron 15 ambulancias en el área y que se desplegaron fuerzas de seguridad en los alrededores.
Abqaiq se ubica unos 60 kilómetros al suroeste del complejo central de Dhahran de Saudi Aramco. La planta de procesamiento gestiona el crudo del mayor yacimiento de petróleo convencional del mundo, Ghawar, y es clave para las exportaciones hacia los terminales de Ras Tanura y Juaymah. También bombea combustible a través del reino hacia los terminales del Mar Rojo. Dos de las fuentes dijeron que Ghawar presentaba filtraciones de gas luego de que los ataques afectaron las instalaciones de procesamiento del fluido.
Muchos empleados occidentales de Saudi Aramco viven en Abqaiq. Tres fuentes dijeron que Saudi Aramco elevó sus niveles de emergencia y que sostenían una reunión para abordar la crisis. “Esta es una situación relativamente nueva para los saudíes. Por mucho tiempo nunca tuvieron ningún grave temor sobre sus complejos petroleros en medio del conflicto”, dijo Kamran Bokhari, director fundador del Centro de Políticas Globales, con sede en Washington.
La coalición saudí en Yemen dijo que confrontaría los “ataques terroristas”, por considerarlas una amenaza a la seguridad mundial.
En tanto, la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que estaba observando de cerca la situación en Arabia Saudita y que consideraba que por ahora los mercados de crudo estaban bien suministrados, con abundantes existencias.