Foto/Betulia, Santander
No se debe permitir que la inapetencia sea una situación común en los pacientes geriátricos.
Siempre será de vital importancia suministrar una adecuada cantidad de nutrientes en cualquier fase del ciclo vital de la vida. Como ellos nos decían en alguna ocasión “la vida está en la muela”.
Para el paciente geriátrico se hacen las siguientes recomendaciones:
Realizar 4 o 5 ingestas de alimento diarias; 3 COMIDAS PRINCIPALES Y 2 REFRIGERIOS.
Para favorecer el sistema cardiovascular, se debe LIMITAR EL CONSUMO DE SAL. Se sugiere condimentar los alimentos con hierbas o especies.
LIMITAR EL CONSUMO DE ALIMENTOS FRITOS. Por esta razón, prefiera preparaciones al vapor, horno, hervido o a la plancha.
Consumir ALIMENTOS BAJOS EN GRASAS Y EN COLESTEROL: no consuma los gordos de las carnes, las pieles de pollo, mantequillas o margarinas.
Consumir suficiente cantidad de agua y mantenerse siempre bien hidratado (1vaso de agua por cada 10kg de peso). Verifica la piel de ellos, la piel seca siempre será un mal indicador.
Consumir PESCADO: al menos 2 veces por semana.
Lácteos: consumo diario, preferiblemente sin lactosa y bajos en grasa para mejor digestión. Si no es del agrado, reemplazarlos por extracto de almendra o leche de soya o quesos. Este grupo de alimentos es excelente fuente de calcio.
CARNES ROJAS: 2 veces por semana. A algunos se les dificulta la digestión; por esta razón siempre se recomienda elegir cortes bajos en grasa: Lomo fino, lomo ancho, punta de anca…
PAN, PASTA Y/O ARROZ: diariamente. Si quieren elegir integrales ¡mucho mejor! Los cereales integrales tienen fibra y la fibra mejora la digestión.
VERDURAS Y HORTALIZAS: diariamente, mejor cocidas al vapor, o en ensalada; crudas si la dentadura lo permite. Recuerde tener un adecuado protocolo de limpieza de los alimentos con el fin de evitar transmisión de enfermedades alimentarias.
FRUTAS: consumo diario.
SE RECOMIENDA 5 PORCIONES DIARIAS ENTRE FRUTAS Y VERDURAS.
Disminuir el consumo de productos refinados, como azúcares o harinas
blancas. Disminuir radicalmente el consumo de embutidos (salchichas, chorizos entre otros). Por otra parte, se recomienda evitar el alcohol y disminuir el consumo de café y otros estimulantes (té, chocolate).
Elaborado por:
Jorge Arturo Duarte Prada
Nutricionista y Dietista, UIS
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