El próximo miércoles 14 de agosto, la Comisión Primera del Senado de la República se enfrenta a una votación crucial sobre el proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio infantil en Colombia. Este proyecto, que avanza hacia su tercer debate, pretende aumentar la edad mínima para contraer matrimonio de 14 a 18 años, una medida que la sociedad civil considera fundamental para la protección de los derechos de la infancia.
La iniciativa ha generado un intenso debate en el país, destacando la propuesta del senador Humberto de la Calle, quien sugiere que un juez de familia y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) intervengan para garantizar la legitimidad de un matrimonio entre menores o entre un adulto y un niño. Esta intervención ha sido criticada por sectores que consideran que no se debe permitir el matrimonio infantil bajo ninguna circunstancia.
La lucha por la protección de la infancia
El proyecto de ley ha sido impulsado por la Fundación PLAN, una organización comprometida con la protección de los derechos de niñas y niños en Colombia. Ángela Anzola, presidenta ejecutiva de la Fundación, expresó en una entrevista para Mañanas Blu su preocupación por la persistencia del matrimonio infantil en algunas zonas rurales del país. En estas áreas, las niñas son a menudo obligadas a abandonar sus estudios y asumir responsabilidades de adultos, lo que conlleva a embarazos adolescentes y afecta gravemente su salud física y psicológica.
Anzola subrayó que, según estudios de expertos en psicología y desarrollo infantil, los jóvenes menores de 18 años no poseen la madurez emocional necesaria para tomar decisiones tan trascendentales como el matrimonio. Además, estas uniones suelen ser de corta duración y, en muchos casos, dejan a las niñas con la responsabilidad de criar a sus hijos en condiciones adversas.
Un problema estructural y cultural
El matrimonio infantil en Colombia también es un medio para encubrir abusos sexuales, especialmente en comunidades rurales, donde las niñas son víctimas de relaciones de poder desiguales y coercitivas. Datos recopilados en 2018 indican que 314,552 niñas y 124,042 niños en Colombia están casados o viven en uniones tempranas que comenzaron entre los 10 y 19 años. Estas cifras, aunque antiguas, reflejan una problemática social y cultural profundamente arraigada.
El proyecto de ley busca eliminar estas prácticas, estableciendo que ningún menor de edad pueda contraer matrimonio, incluso con el consentimiento de los padres o acudientes. Además, propone la creación de un Programa Nacional de Proyectos de Vida para niños, niñas y adolescentes, que promueva la sensibilización sobre los efectos y consecuencias de las uniones tempranas.
Un debate decisivo en el Congreso
Este proyecto de ley es el primero de su tipo en avanzar hasta esta etapa en el Congreso de la República. La Comisión Primera del Senado tiene la responsabilidad de votar la ponencia que podría definir el futuro del texto y, con él, el futuro de miles de niñas y niños colombianos.El debate continúa en el país, con la sociedad civil y organizaciones como la Fundación PLAN instando a los legisladores a aprobar esta ley que busca garantizar una vida plena y libre de violencia para todos los menores de edad en Colombia.