La inseguridad no tiene límites ni mucho menos edad. En horas de la mañana por la calle 50 con 20, se presenció una persecución de un hombre y un joven por presunto hurto.
Lo grave del asunto es que quien aparentemente sería el ladrón, era un menor de edad con uniforme de un colegio que por obvias razones no mencionaremos.
Los vecinos del sector fueron testigos de dicha persecución cuando escucharon gritar a un hombre diciendo: “cójanlo, cójanlo”. Inmediatamente la comunidad se alarmó pero solo se pudo ver correr a los implicados.
Habitantes del sector piden presencia del cuadrante.