Este 31 de enero de 2022, el Concejo Distrital de Barrancabermeja, convocó a la ciudadanía al Coliseo Luis F. Castellanos a un cabildo abierto con el propósito de escuchar opiniones para aprobar la actualización del plan de ordenamiento territorial que viene de 2002.
La ley 388 de 1997, define el POT como un instrumento de planificación de largo plazo (12 años), con el propósito de orientar el diseño y adopción de acciones y procedimientos de gestión y actuación de uso; ocupación y manejo del suelo, en función de objetivos económicos, sociales y ambientales de un territorio.
En este proceso de adopción del POT, es importante traer a contexto el sexto reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), creado en 1988 a instancias del PNUD para el Medio Ambiente), con el objeto de proveer a los gobiernos conocimiento sobre el impacto que las actividades humanas está llevando a olas de calor, lluvias torrenciales, sequias e incendios forestales más frecuentes y severos, situaciones estas que no son extrañas a los barranqueños.
Así mismo, y a pesar de quienes niegan estos impactos en el ambiente, es evidente, la destrucción de ecosistemas ha sido el costo de multiplicar por 7 el tamaño de la población mundial y al mismo tiempo multiplicar por 6 sus ingresos per cápita del desarrollo estatal entendido como crecimiento económico en tan solo dos siglos. El estado ha permitido que la riqueza se creara a costa del medio ambiente, el mercado sin los precios correctos, nos llevó a la situación que empezamos a vivir y que viene en aumento.
En este sentido, el alcalde y sus funcionarios, los concejales y ciudadanos de manera individual y organizada deberán valorar las determinantes que se proponen en el nuevo POT de nuestro distrito: 1) Si es sostenible (en función de seguir generando riqueza $ de manera continua para satisfacer las necesidades crecientes del consumo y las finanzas del estado), o 2) Si será sustentable (donde ningún recurso renovable o no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para su regeneración o reemplazo y utilizado de manera razonable o transaccional para satisfacer las necesidades presentes y futuras de los pobladores)
Lo sustentable, no implica acabar el capitalismo y la economía de mercado; si no, más bien que como sociedad y logremos hacer que el poder del estado eleve de manera rápida y sustancial el costo de los insumos o actividades que causan el agotamiento de nuestros ecosistemas y el calentamiento de la atmósfera, verdaderos medidas de compensación a los proyectos minero energéticos, impuestos a las emisiones de carbono, el encarecimiento de los hidrocarburos, el subsidio de las energías limpias, la guerra contra la deforestación, la electrificación del transporte, el gravamen a la ganadería extensiva, la racionalización en el uso del agua, los incentivos a las industrias verdes son los cambios principales en el sistema de precios que deben adoptarse de inmediato y sin peros ni disculpas.
Si bien la autonomía de las entidades territoriales (municipios) es limitada por un estado centralista y presidencialista que impone “el interés general”, entre otros, a través de megaproyectos minero energéticos que le abre la puerta a las multinacionales; los Concejos municipales y distritales tienen la potestad de ordenar el uso del suelo de su territorio y hay experiencias nacionales interesantes para hacer valer esta autonomía local.
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