Sin duda alguna, El Cristo Petrolero es para Barrancabermeja, lo que la Estatua de la Libertad es para Nueva York. Uno de los símbolos más representativos e insignia de la ciudad. Desde 1995, esta escultura ha hecho parte de la panorámica que da de la ciénaga Miramar hacia el malecón ubicado sobre la calle 52.
La idea de este monumento fue concebida por el entonces encargado de la ciénaga Miramar, el ingeniero Libardo Posso; quien en 1993 realizó un viaje a Italia junto a su esposa y el padre Gabriel Ojeda. En medio de este, Posso se vio encantado por la arquitectura de una fuente conocida como ´Fontana Luminosa´, ubicada en el pueblo de L’Aquila. Ante tal escultura, Posso tuvo la idea de replicar dicha arquitectura en medio de la ciénaga Miramar.
Inicialmente, había concebido la imagen del cacique Pipatón junto a Yarima; sin embargo, poco tiempo después, esta idea fue remplazada por la de un cristo sin cruz. Ya para finales de 1995, el Cristo Petrolero se hizo realidad.
Montaje del cristo
¿Por qué ya no arroja agua como antes?
El Cristo Petrolero nació como una promesa de ser un símbolo que representara el arduo trabajo de los petroleros, basando su fe hacia un ser superior. También buscaba sumar una ganancia ambiental, pues esta estructura prometía oxigenar el agua de la ciénaga mediante una bomba. Inicialmente contaba con fuentes que arrojaban agua de sus 10 dedos, y su base. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, estas dejaron de funcionar.
Según el historiador, Daniel E. Canas, en primera instancia la fuente del Cristo dejó de funcionar debido al robo de sus partes eléctricas. “Cuando se fue a instalar la parte eléctrica, se iba a instalar inicialmente ahí en el Malecón. Todo el mundo dijeron que no, porque se lo robaban. Entonces alguien propuso que se lo llevaran al batallón; y allá también se lo robaron”.
Años mas tarde, cuando este volvió a funcionar de manera normal, sus fuentes fueron apagadas. La causa aparente; la contaminación de la ciénaga Miramar.
Contaminación en la ciénaga Miramar
Un estudio sobre el perfil ambiental de la ciénaga, emitido por la Universidad de Cartagena en el 2015, arrojó que en el agua de esta se encontraban disueltos una serie de metales pesados como el Mercurio, Cadmio, Niquel, y Plomo. Cuyas concentraciones eran significativamente perjudiciales para la salud.
Por tal motivo, se tomó la decisión de apagar la fuente del Cristo Petrolero, pues se corría el riesgo de salpicar el agua de la ciénaga, esparciendo así estos elementos tóxicos para la salud.
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