Aunque la puja para definir el aumento del salario mínimo en Colombia en 2025 aún no ha comenzado oficialmente, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ya ha dado pistas sobre los posibles puntos de partida que propondría el Gobierno. Durante su intervención en el Congreso de Asofiduciarias, el jefe de la cartera económica mencionó que el incremento podría ser de una sola cifra y que no superaría los cien mil pesos.
Bonilla explicó que el aumento debe ser superior a la inflación causada, que en este caso tomaría como referencia la cifra de septiembre de 2023. La inflación en octubre se situó en un 5,41 %, por lo que es probable que la de septiembre ronde el 5,2%. Partiendo de este porcentaje, se sumaría el incremento de productividad y otros factores para ajustar el aumento final.
Con base en el cálculo tradicional colombiano, que considera el Índice del Precio al Consumidor (IPC) más un punto adicional, el aumento podría situarse en el 6,2%. Si se confirma este porcentaje, el incremento sería de 80.600 pesos, tomando como base el salario mínimo actual de 1.300.000 pesos. Así, el salario mínimo en 2025 quedaría en 1.380.600 pesos. Sin embargo, estas cifras preliminares se ajustarán una vez que se instale la mesa de negociación entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos de trabajadores.
Este anuncio se produce en un contexto de incertidumbre, ya que los actores involucrados aún no han presentado propuestas concretas. La mesa de negociación será clave para definir el aumento final y garantizar que el incremento atienda las necesidades de los trabajadores, sin afectar significativamente la estructura de costos de las empresas en el país.
La evolución de esta negociación será observada de cerca, ya que el incremento del salario mínimo tiene un impacto significativo en la economía colombiana, afectando tanto a los trabajadores como a los empresarios.