En una impactante acción de rescate llevada a cabo el pasado domingo 10 de marzo, la vereda El Bore, ubicada en el departamento de Santander, fue testigo de una intervención audaz por parte de los equipos de rescate locales. La hazaña se desencadenó cuando un hombre de 32 años y su hija de 14 quedaron suspendidos a 300 metros de altura en una tirolesa o tarabita, un medio de transporte comúnmente utilizado en la zona debido a la falta de vías.
Según el testimonio de Juan Carlos Garzón, miembro destacado de la Defensa Civil de Piedecuesta, la emergencia se desató mientras padre e hija disfrutaban de su travesía aérea. El hombre, al percatarse de la situación crítica, mostró calma y rapidez al sacar su teléfono celular y alertar a los lugareños de la vereda. Su rápida acción permitió que se estableciera contacto con los organismos de rescate, quienes se movilizaron inmediatamente hacia el lugar.
¿Cómo fue el rescate?
La respuesta coordinada involucró a varios miembros de los Bomberos de Piedecuesta y la Defensa Civil, quienes llegaron con determinación para afrontar el desafío a alturas extremas. Equipados con el entrenamiento necesario y el equipo especializado, los rescatistas abordaron la situación con profesionalismo y coraje.
La operación de rescate se llevó a cabo con meticulosidad, aprovechando técnicas avanzadas y herramientas especializadas para garantizar la seguridad del padre y su hija. La complejidad de la situación no impidió que los rescatistas lograran un resultado exitoso, finalizando la operación con la exitosa recuperación de ambos aventureros extremos.
Esta heroica acción resalta la importancia de la preparación y la respuesta rápida de los organismos de rescate, así como la valentía de aquellos que, en situaciones críticas, arriesgan sus vidas para preservar la seguridad y el bienestar de los demás.
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