Debemos entender la propuesta de la economía naranja: Es una combinación perfecta entre dos componentes de gran relevancia para el desarrollo de los pueblos, la economía y la cultura, está última no ha sido considerada en muchos países y regiones como opción de desarrollo y de hecho no participan con contundencia en las decisiones de la política pública como programas de planeación de recursos.
El color naranja está asociado con la cultura, la identidad y la creatividad. Este color en los países occidentales, se relaciona con el entretenimiento y la extroversión; en la India el color naranja está ligado al chacra del abdomen, determinado como el centro creativo del individuo en cortas palabras al emprendimiento.
Es un lenguaje Mundial por ejemplo: Para el BID (Banco Interamericano De Desarrollo) la naranja en si fue el símbolo del valor agregado que generarán las industrias, la cultura y las empresas en sinergias creativas, diversificadas y con alta rentabilidad y sostenibilidad.
Es decir, toda creación de bienes y servicios que provengan de la creatividad, ideas y conocimiento del ser humano. Como, la publicidad, las artes visuales, la moda, el turismo, la tecnología, las artesanías o todo lo que provenga del ingenio creativo, los espectáculos en vivo, fabricación de juegos y juguetería son las fuentes que le aportan a la economía.
Hoy nuestra región está viviendo los efectos de la desaceleración económica producto de la caída de los precios del petróleo, lo más grave es el desempleo del 34% en la ciudad denominada el corazón energético de Colombia, el motor del país: Barrancabermeja.
Hoy tenemos a muchos actores de la industria, el gobierno, las universidades, las empresas los ciudadanos, los políticos en busca de una oportunidad para conducir la economía al final del túnel; teniendo en cuenta que es necesario implementar nuevos modelos de desarrollo económico y poder así hacerle frente a estas adversidades, que nos permitan generar recursos frescos, capitalicen las empresas y lleven dinero a los bolsillos de los hogares.
Enfrentar la realidad, que el petróleo ya no es la fuente fija que le de ingresos al país de manera estable, teniendo en cuenta que Colombia caracterizada por desarrollar una economía extractiva, donde la transformación y la manofactura que son los verdaderos generadores de productividad empleo y el incremento del PIB , son un cuento chino.
Está recibiendo el 35% de los ingresos a los que estaba acostumbrado; de igual manera nuestra región y el país han visto disminuidos sus tributos como las mal llamadas regalías, afectando el cumplimiento de los planes de desarrollo formulados en un escenario optimista que nunca se dio.
Los caminos que quedan para trazar una ruta de nuevos ingresos están fundamentados entre otros, en la cultura y el desarrollo e innovación tecnológica generando productos que según estudios de tendencia de mercado en el que consumidor cada vez destina más dinero como al entretenimiento.
El apostarle a la economía naranja es una buena opción, siempre y cuando se logre la sinergia entre universidades, empresa, sectores económicos, entes públicos como Colciencias, INNPULSA, ANDI, el cambio de mentalidad de los ciudadanos en general, la destinación de recursos para apoyo de Emprendimientos y poder romper de una vez con el paradigma que es más rentable copiar que crear.
El cambio de pensamiento de la Banca privada Colombiana, hoy, orientada solamente a la rentabilidad de las instituciones financieras; adolecen de políticas coherentes que permitan el acceso a servicios financieros flexibles y ajustados a la medida de cada sector, cobran la entrada a las entidades, cobran las consultas a los saldos en cuenta, cobran las certificaciones, cobran las chequeras a unos costos escalofriantes, cobran el uso del portal y trabajan al plata de los ahorradores y cuentacorrentistas a cero costo prácticamente y siempre generan ganancia nunca pierden un peso y tampoco aportan.
No tienen políticas serias de apoyo a los emprendedores, si tienen programas disfrazados pero no benefician realmente a los sectores , sus políticas van dirigidas siempre a conseguir clientes y no a buscar la generación de riqueza a las empresas y personas; cada banco debería transferir un porcentaje de su ganancia a apoyar programas de emprendimientos como FONDO EMPRENDER.
No es un secreto que Colombia es un país muy emprendedor pero lastimosamente los recursos que se destinan son pírricos comparados con lo que destinan otros países como Chile donde es al contrario, los recursos sobran.
Se requiere cambiar el lenguaje de INVIMA por ejemplo, ya que en la actualidad es muy difícil contar con apoyo y asesoría a emprendedores por parte de esta entidad y más bien se ven como inquisidores que persiguen a los emprendedores con normas y procesos que no se han tomado el tiempo ni la molestia de difundir, errores en los cuales los emprendedores caen por sencillo desconocimiento.
Se requiere cambiar la normatividad en las cámaras de comercio y establecer un tipo de exoneración por lo menos durante cinco años que es el que corresponde al periodo de la muerte de las empresas y una vez superado aplicar el cumplimiento normal de todas las empresas en forma.
Se requiere un compromiso y normatividad especial en la DIAN para que los emprendedores que pasan a empresarios con empresas constituidas tengan una política tributaria flexible que les permita concentrar sus esfuerzos en ganar el mercado y mantenerse generando los empleos y dándole el aire a las empresas. No entendemos como en este país la política de exoneración de tributos a cada vez se hace más laxa para grandes empresarios y multinacionales y se ve como se incrementa la exigencia en la clase media, asalariados y emprendedores.
Patentar productos innovaciones y servicios es una tarea de dimensión desconocida, se hace necesario que la Superintendencia de Industria también salga de las confortables oficinas en Bogotá y haga un esfuerzo por dar a conocer los procesos y el lenguaje que permita a esos innovadores que no son pocos de sacar adelante sus patentes, en un proceso acompañado , con abogados asignados por la misma superintendencia y pagados por el estado; y si no ¿de dónde quieren que un emprendedor apasionado inteligente pero desplatado lo haga?.
Acceder a recursos de capital semilla hoy es una odisea por la cual pasan muchos emprendedores y por la misma escasez de dineros destinados, no se viabilizan proyectos los cuales quedan en un anaquel acompañados de la desesperanza y el sentimiento de frustración y fracaso por parte de los emprendedores que no pudieron alcanzar el sueño porque la idea es buena pero no alcanza la plata.
Enfrentarnos a nuevos modelos implica cambios en el pensar en el actuar de las personas las empresas las instituciones del gobierno, estas últimas dinamizan y si eliminan las barreras de acceso a tramites información que conduzca a nuevos productos y desarrollos; todo esto se lograra pero creando un lenguaje que sea entendible y con reglas claras que todos las cumplan y con recursos para generar el valor agregado, el crecimiento del PIB y por ende la calidad de vida con la que soñamos todos los Colombianos, sea una realidad.
Si esto no es economía Naranja, llamémoslo como queramos o pongámosle el color que quieras; lo importante es activarnos.
Por : Gloria Chipagra
Administradora de Empresas , MBA en Banca y Finanzas. MBA Administración y Dirección de Empresas. 20 años de experiencia en Gerencia Bancos Comer James privados , Estatales y Cooperativos. Docente Universidad en pregrado y posgrado. Profesional de Emprendimiento.