Ojalá que la “platica” alcance

El pasado 12 de octubre de 2022 el Concejo aprobó la ‘platica’ que se gastará la Alcaldía para el 2023 en el distrito de Barrancabermeja. Según el proyecto de acuerdo 026 de 2022 son más de 768 mil millones de pesos que se dispondrá para contribuir al desarrollo de la ciudad. Para que tengamos una idea es alrededor de seis veces más que el presupuesto de la ciudad de Aguachica que por cierto sí tiene terminal.

A esta aprobación presupuestal se le suma que el Concejo de Barrancabermeja autoriza al Alcalde para que maneje el presupuesto sin necesidad de pedir su aprobación. O sea que, siendo irónicos, el concejo no necesitará los más de 5 mil 900 millones que se destinarán para su funcionamiento.

Ojalá que en el 2023 la platica alcance. Que de los más 119 mil millones que se gastarán en funcionamiento, se logre una alcaldía que le funcione a la gente.

Ojalá que de los más de 4 mil millones destinados a información estadística nos ayude a responder la pregunta de ¿Por qué una ciudad con un presupuesto tan alto, tiene gente tan pobre y hay tanta inseguridad?

Ojalá que de los más de 44 mil millones destinados al comercio, la industria y el turismo, alcance para reparar el puente de El Llanito que la administración no ha volteado a ver y del que depende el comercio y el desarrollo de una comunidad. Que los pequeños comerciantes sean fortalecidos sin distinción alguna, sin hacer parte de una lista de votantes potenciales.

Ojalá que con los más de 20 mil millones que se invertirán en justicia y derecho, se logre que las mujeres, hombres, hijos, madres, hermanos y demás que esperan que se haga justicia, puedan secar las lágrimas de su tragedia conociendo la verdad.

Ojalá que, de los más de 10 mil millones destinados al deporte y la recreación, por fin los entrenadores deportivos en los barrios y comunas puedan tener un sueldo digno y dotación para seguir formando niños, niñas y jóvenes de bien. Y que los 4 mil millones destinados a la cultura y el arte, se logre garantizar la dignidad de los artistas que trabajan con las uñas o que por lo menos se logre reparar los monumentos de la ciudad que están que se caen por el olvido.

Que, de los 22 mil millones destinados a la seguridad ciudadana, derechos humanos y demás, se pueda lograr que podamos caminar tranquilos por la calle.

Ojalá que, de los más de 1.800 millones destinados para la agricultura y el desarrollo rural, se logre adicionar más para que vaya en concordancia con lo que propone hacer el gobierno nacional, porque la paz empieza por el campo.

Ojalá que, de los más de 16 mil millones destinados para el sector ambiente y desarrollo sostenible, alcance para contrarrestar la sedimentación de las ciénagas que están en riesgo de desaparecer y que se recuperen árboles que han venido talando sin un plan de compensación ambiental.

Ojalá que, con los más de 12 mil millones destinados a la inclusión social, se plantee una solución digna para los habitantes de calle que deambulan por la ciudad.

Que, de los más de 154 mil millones destinados al fondo local de salud, se logre la atención diaria y de calidad en los centros de salud de comunas y corregimientos.

Que, de los más de 172 mil millones destinados a educación, alcance por lo menos para reparar y dotar los colegios que se están cayendo.

Ojalá que, de los más de 84 mil millones destinados a la vivienda, los más necesitados puedan acceder a mejoramiento de vivienda sin tener que transar favores políticos y que podamos tener servicios públicos dignos y de calidad.

La lista es más larga, pero ojalá no tengamos que decir como siempre, esa platica se perdió, ojalá que la platica alcance.

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