Este 29 de agosto, las calles de Buenos Aires, Argentina, fueron tomadas por un gran número de jubilados. La razón, protestar en contra de la negativa del presidente argentino, Javier Milei, en contra de la ley que buscaba modificar la fórmula de actualización de las pensiones en el país.
El pasado 22 de agosto, el Senado aprobó y convirtió en ley un proyecto que pretendía ajustar las pensiones según la inflación y establecía un aumento mínimo del 8% para compensar la inflación pasada. Además, proponía que la pensión mínima fuera un 9% superior al costo de una canasta básica de bienes.
El 23 de agosto, el presidente Javier Milei, dio a conocer sobre el ‘veto’ hacia esta ley, argumentando que era una irresponsabilidad. “El veto va a ser completo, va a ser total”, aseguró Milei en una entrevista con el canal La Nación+, en la que acusó a los senadores de “degenerados fiscales”. Añadiendo que, “el aumento que deriva de esta ley implica un aumento del costo en términos del PBI (Producto Bruto Interno) de 1,2%”,”Que digan cómo lo van a pagar, porque esto se paga con pobreza, con menos crecimiento”.
Las protestas
Ante la posición radical de Javier Milei, muchos jubilados argentinos han demostrado su descontento con esa posición, llegando incluso a tomar las calles de la capital a manera de protesta. Los jubilados se concentraron este miércoles (28.08.2024) frente al Congreso Nacional de Argentina y, antes de comenzar a marchar hacia la icónica Plaza de Mayo, donde se encuentra la Casa Rosada (sede del Ejecutivo).
Los colectivos de pensionistas, junto con manifestantes de diversas organizaciones sociales y políticas, se unieron para protestar contra el veto presidencial a la ley de pensiones. Y pese a ser un derecho fundamental, la protesta terminó siendo reprimida fuertemente por la policía nacional.
La represión policial ocurrió cuando los manifestantes bloquearon parcialmente la Avenida Rivadavia y se negaron a regresar a la acera, a pesar de las órdenes policiales. Esto provocó enfrentamientos en los que la Policía, utilizó gas pimienta y golpeó a algunos jubilados con porras.
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