Simone De Beauvoir, fue una filósofa existencialista de la universidad de La Soborna de Paris y feminista, además, es considerada una de las grandes pensadoras del XX.
Nacida en 1908, permitió con su pensamiento ser el punto de partida para profundizar en temas que para la época aún no se imaginaba. La obra el segundo sexo contiene en sus paginas el estallido de la tercera ola del feminismo.
Simone conoció durante sus estudios a quien seria su marido, Jean Paul Sartre, sin embargo, para desarrollarse como docente en Marsella tenía que distanciarse por un tiempo de su pareja, no obstante, y gracias al principio de libertad y tolerancia en los cuales construyeron su relación, permitieron que duraran hasta el fallecimiento de Sartre en 1980.
La consolidación de una escritora
Para 1943 publicó su segunda obra La invitada la cual, también fue un gran éxito editorial y ocasionó que se dedicara a la escritura.
En cada uno de sus ensayos, se reafirmó y defendió su pensamiento marxista y existencialista, además del ateísmo como su cosmovisión.
El segundo sexo: “Una mujer nace, no se hace”
Una obra que después de 70 años sigue siendo imprescindible en la ideología feminista. En el libro, explica cómo el sistema ha creado una construcción social de lo que es ser mujer basada en la biología y cuyos principios se diferencian en el sexo usados como medio para justificar una supuesta debilidad femenina.
Propone como solución a esta problemática, la emancipación de la mujer y la libertad como concepto central, concluye, que no existen diferencias entre los géneros y se debe hablar de igualdad entre mujeres y hombres. Por esto, el movimiento feminista fue revitalizado y revolucionado con Simone De Beauvoir.
Lo personal es político
Esta afirmación lo personal es político refiere que toda práctica que involucre a la sociedad se encuentra sujeta a la reflexión, discusión y a la expresión pública. Esta frase permitió abrir espacios de libertad e igualdad en las mujeres.
La reflexión y análisis de la desigualdad entre los sexos es lo que ha cuestionado el feminismo: mientras los hombres ejercían -aun lo hacen- la ciudadanía pública con mayor hinco que las mujeres, ellas eran relegadas al mundo privado e íntimo de las necesidades, del afecto y los deseos.
Ruptura de paradigmas
De Beauvoir, se involucró desde joven en el activismo político y cada una de sus obras fue trazada por la política. Marca su posición contra el dominio colonial francés en Argelia en la guerra de Vietnam y participó activamente en las protestas de mayo del 68.
Simone, trató temas polémicos para la época como la eutanasia y en 1971 firmó El Manifiesto de las 343 donde mujeres afirmaban haber tenido un aborto y por tanto se exponían a ser sometidas a procesos legales por este motivo si era necesario. Con este manifiesto, se pretendía reclamar por el derecho al aborto.
«Un millón de mujeres abortan cada año en Francia.
Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación,
practicada bajo control médico, es una de las más simples.
Se sume en el silencio a estos millones de mujeres.
Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado.
Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre.»
Hasta el día de hoy, estos ideales han abierto la posibilidad de reivindicación de la mujer y al posicionamiento en el mundo político.
Simone De Beauvoir fue y sigue siendo un icono feminista, que marcó la historia y elevo la conciencia y el pensamiento crítico. Dio voz, autonomía y autenticidad a las mujeres.
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