Antes de su reprochable comportamiento, la mujer discutió con los padres por el sonido que hacía la pequeña, pero su esposo la convenció de irse a otro lugar. Unos 10 minutos después, ella regresó, tomó una sopa que encontró en una mesa y se la arrojó a la menor como venganza, informó Daily Mail citando medios locales.
Aunque la agresora le provocó quemaduras en la espalda y las nalgas a la niña, ella no fue arrestada porque está espera un bebé. De acuerdo con el medio británico, “la ley china impide que las mujeres embarazadas sean castigadas”, así que se salvó de pasar 15 días en la cárcel.
A pesar de lo anterior, la mujer tuvo que pagar una multa de 500 yuanes (235.000 pesos) y, además, cubrió todos los gastos médicos de la bebé, añadió el rotativo inglés.
Las autoridades seguirán evaluando el caso, concluyó Daily Mail.
Estas son las imágenes: