Uniformados de la Policía que adelantaron el operativo en Ocaña (Norte de Santander) quedaron aterrados al ver el aspecto físico en que se encontraba Kelly Villamizar, una joven de 22 años que era sometida por su pareja, identificado por el portal como Juan Esteban Salazar Carvajalino de 31 años.
Según información de familiares de la joven, “ella fue brutalmente golpeada por su compañero, quien al parecer la tenía escondida y dopada para que no se dieran cuenta de las golpizas que le propinaba. Indicó la hermana que también le cortó el cabello”.
Una de las hermanas de la víctima, intuía que algo no estaba bien con Kelly, así que alertó a las autoridades. Con la compañía de algunos policías, se trasladó hacia la residencia donde encontraron la afectada en pésimas condiciones, en las que se evidencian los golpes que recibió su rostro.
Kelly afirmó que sufrió un aborto y el maltrato se agudizó. «Me mordía. Una noche me cortó una parte del cabello y luego con una navaja me quitó otra poco».
A mediados de marzo, la mujer fue obligada a internarse en un hospital psiquiátrico donde le habrían brindado cuidados e incluso le arreglaron el cabello. «Me manipuló para que yo me hiciera pasar por loca y la Policía no le hiciera nada. Lo hice porque estaba enamorada de él».
Días después, el hombre le prometió que no la volvería a maltratar y regresó a la vivienda, pero los golpes no cesaron, incluso frente a la madre del agresor. «Siguió golpeándome. No podía hablar con mi familia. Me tenía prácticamente secuestrada».
El hombre tendrá que responder por delitos de acceso carnal violento, secuestro simple, aborto sin consentimiento y tentativa de homicidio.