El 6 de abril se llevó a cabo un consejo extraordinario de seguridad en Montería tras la muerte de José Miguel Demoya Hernández, alias ‘Chirimoya’, quinto cabecilla del Clan del Golfo, abatido por el Gaula Élite de la Policía. Las autoridades analizaron posibles represalias por parte de este grupo armado, aunque hasta el momento no se han reportado afectaciones en la ciudad. El Ejército Nacional descartó que los recientes hechos violentos en Córdoba y Sucre estén relacionados con paros armados.
Como medida preventiva, la Policía Metropolitana implementó patrullajes aéreos, refuerzo policial en puntos clave, control en ejes viales y acompañamiento al comercio. Además, se lanzó el “cartel de las siluetas” para identificar a 12 presuntos miembros del Clan del Golfo que operan en Montería. Aunque circula un panfleto que advierte sobre un paro armado en la región, su autenticidad sigue en verificación por inteligencia. Las autoridades continúan en máxima alerta, especialmente en el sur de Córdoba.