Monseñor Camilo Castrillón termina su ciclo en Barrancabermeja

Monseñor Camilo Castrillón Pizano, nos abrió las puertas de la Diócesis de Barrancabermeja antes de su salida.

En el salón de reuniones, ubicado en el asiento principal de la mesa, monseñor abre las puertas de su vida para contar su recorrido pastoral y personal, durante tantos años de servicio a la iglesia católica.

Luego de ponerle el micrófono, y acomodarse su chaleco negro empezamos la entrevista. Cuando le dijimos que nos contara un poco de su vida, lo primero que nos contesto fue: “yo soy rolo, puro rolo nacido en Bogotá”.  Su papá un comerciante y su mamá una enfermera conformaron un hogar de 6 hijos, y lastimosamente una de sus tres hermanas perdió la vida a muy temprana edad.

Su infancia

Desde muy niño su educación siempre fue ligada a la iglesia católica, ya que inició sus estudios en el colegio de las Hermanas de la Presentación. Después, se trasladó a Mosquera, Cundinamarca, a un colegio perteneciente a una comunidad religiosa de los salesianos donde culminó su bachillerato.

Al hablar de su juventud, él afirmó: “tuve una experiencia muy bonita con mis amigos, tenía un grupo muy interesante de fiesta y también con nuestras noviecitas”.

Su juventud

Siguiendo su relato sobre esa etapa de su vida, nos confesó sus planes favoritos. “salir uno a la 13 los sábados, los días de fiesta o los domingos. Caminar un poco por la 13 para luego terminar con un perro caliente y una Coca-Cola”. Otro de los mejores planes para él era: “los bailes que se hacían con frecuencia en las casas; además, muchos de los compañeros cuando hacían las fiestas colocaban fiestas sin PM” y con una sonrisa en su rostro aclaró “PM significaban policía militar, pero aquí quería decir que era sin papá y mamá”.

Luego de entrar al seminario nos expresó, “la vida empezó a cambiar, hice mi primer periodo en San Carlos una casa salesiana cerca de Bogotá”. siguiendo sus estudios de estudiantado filosófico en Río Negro Antioquia, donde estuvo 3 años. En seguida pasó a Bogotá a seguir el estudiantado fisiológico y a su vez frecuentaba la Universidad Javeriana donde obtuvo su título como de teólogo.

Después de culminar sus estudios, fue enviado a Agua de Dios, seguidamente empezó a trabajar con niños y las niñas de la calle, nos afirmó “la mayor parte de mi vida la he pasado en los sectores sociales de alto riesgo” siendo estas experiencias una motivación mas para seguir ejerciendo su labor pastoral en la iglesia.

Roma

A pesar de que ya había empezados sus estudios de psicología fue enviado a Roma, donde los pudo culminar. De regreso a Colombia y a su querida Bogotá, comenzó a dirigir directamente los equipos de pastoral juvenil; luego fue párroco 20 de julio pasando a ocupar algunos cargos importantes dentro la comunidad salesiana a la cual pertenecía culminando siendo obispo de Tibú, cargo que desempeñó antes de llegar a la Diócesis de Barrancabermeja; cargo que asumió debido a que el santo padre Benedicto XVI lo enviara a nuestro Distrito como primera autoridad eclesiástica.

Para que la charla no bajara su nivel decidí cambiar un poco de tema y hacer la pregunta que comúnmente se le hace a un sacerdote y en este caso a el obispo. ¿Cómo descubrió la vocación sacerdotal?

“Desde pequeño yo había sentido el deseo de ser sacerdote, sólo que cuando llega algún periodo de la adolescencia, esta decisión se desvaneció. Aunque tengo cierta vinculación con la vida religiosa, en ese momento se abrió una carrera nueva que es la ingeniería química… sin embargo a mí me daban muchas vueltas dos cosas: una relación especial con el señor, a mí siempre me ha gustado la oración y en segundo lugar los pobres y su situación me ha golpeado muchísimo. Eso fue lo que me llevó poder ser un sacerdote para los pobres”.

Con sus palabras, monseñor pudo demostrar una vez más que su vocación fue fortalecida por su labor social y el deseo de ayudar a los mas desfavorecido.

Vida sacerdotal

Siguiendo el tema pastoral y en su trayectoria le pregunte: ¿cuál era la experiencia que más lo había marcado en su vida sacerdotal? Entonces respondió:

“He tenido la fortuna de que la mayor parte de mi vida como sacerdote la he pasado en ambientes populares con los pobres. La primera fue una experiencia muy difícil, había llegado a Agua de Dios, recuerdo que estaba haciendo un verano impresionante; también que al día siguiente de haber llegado tuve que ver 7 entierros en el pueblo, ya que la cusa de estos fallecimientos eran las altas temperaturas y la falta de lluvias, eso me impresionó mucho”.

Dándole un descanso a su voz tomó aire y nos contó su segunda experiencia.

“Después me impresionó mucho la bondad de los enfermos de lepra, recuerdo un caso que me marcó para toda la vida tanto que aún recuerdo el nombre de aquel enfermo de lepra que además era ciego, Eulogio, vivía en Cartagena. Era un hombre de una alegría impresionante y un oído extraordinario tanto que cuando subíamos las escaleras para el segundo piso donde se encontraba él, reconocía los pasos de cada uno y se alegraba con mi visitaba, de la alegría empezaba a gritar. Un día yo le pregunté ¿Elogio yo siempre lo noto tan alegre me puede decir por qué? Seriamente me dijo: padre, ¿cómo me hace esa pregunta? usted es sacerdote y yo con mi sufrimiento estoy unido a Jesús para la felicidad de muchas personas, ese hecho me marcó muchísimo”.

Su renuncia

Como toda en la vida tiene su comienzo y su final, le preguntamos cómo había tomado la aceptación de su renuncia por el Santo Papa.

De una forma tranquila nos contextualizó, ya que cuando un obispo cumple los 75 años tienen que presentar la renuncia a Roma; aunque, su renuncia ya la había presentado hace dos años estaba a la espera de que ese momento llegara y nombraran a su sucesor.

“Una tarde me llaman y me dicen le tengo una muy buena noticia, el Santo Padre ya aceptó su renuncia, se nombra como sucesor al padre Ovidio Giraldo de la Diócesis de la Dorada-Guaduas.”

Aterrizando un poco nuestra charla a Barrancabermeja, le preguntamos ¿Cómo consideraba que había sido su trabajo aquí en el Distrito?

“El servicio que lo hice con mucho cariño, generó una amistad entre los seminaristas del clero y con las autoridades, creo que fue eso lo que busqué; poder vivir una dimensión de los salesianos con amabilidad y el descubrir que Dios es por excelencia misericordia, eso fue lo que de Dios nos da a todos a través de la amabilidad”.

La Diócesis de Barrancabermeja se ha caracterizado por tener unos grandes vínculos con los grupos, partidos y líderes sociales del territorio, es algo que beneficia a la iglesia en su liderazgo con las comunidades. En tiempos de monseñor Camilo no fue la excepción.

¿Cómo fue trabajar como máxima autoridad eclesiástica creando lazos sociales?

“Se ha creado buena relación con los grupos sociales y especialmente monseñor Jaime. El cual es un titac extraordinario que luchó por los derechos humanos en el Magdalena Medio de una manera extraordinaria. Yo me encuentro con organizaciones que, aunque pensamos diferente, sin Embargo, nos une lo fundamental que es la persona humana y sus derechos”.

Aunque la siguiente pregunta para realizar era su relación con los partidos políticos, él antes de acabar su intervención de la pregunta anterior nos contestó:

“Yo nunca estuve aliado con ningún partido político ni con ningún gobierno, pero sí estuve siempre comprometido los derechos humanos y me parece que con los pobres ha sido una constante lucha para que ellos puedan tener una vida digna, por qué el sistema en el que vivimos no se los permite.”

En medio de sus palabras empecé a evidenciar su conocimiento y su critica sobre el sistema político y económico que nos acoge; preferí dejar de preguntar y escuchar sus argumentos que fueron muy convincentes.

“La Organización Mundial del desarrollo, dice que los impuestos para estos ricos, muy ricos y súper ricos debe ser de alrededor del 34% y el gobierno actual les hizo el gran regalito, dejarles un poquito más del 50% de ellos, pagan el 15% nada más. El otro argumento que no ha dado nunca resultado; que no les cobramos impuestos altos para que haya más trabajo y eso no es verdad, porque querer tener y tener cada vez más es una injusticia social, y ese es uno de los grandes problemas que pesan sobre el país. Esa es la causa de la violencia; la causa de la presencia de los paramilitares para sostener a los ricos y la causa de la guerrilla de liberar a los pobres, pero ninguno de los dos grupos ha tenido éxito porque han utilizado la violencia como arma”.

Barrancabermeja

De todas las preguntas que le hice a monseñor pensé que esta era la mas importante, ¿Cuál era el recuerdo que se llevaba de Barrancabermeja? Sin pensarlo dos veces nos contesto:

“Los encuentros con las personas, llegar a las veredas distantes era bellísimo, llegar a esas áreas donde a veces la única autoridad que llega es el obispo; encontrarme con esa gente tan sencilla que hacen los arcos. Porque todavía hacen los arcos de flores con ramas con palmas; los niños y las niñas salen con sus banderitas a saludar y yo acostumbraba saludar a todas las personas que salían a recibirme; por eso les decía a los padres: ‘nos demoramos, pero saludamos a todo el mundo’. Saludaba a uno por uno; ese recuerdo tan bonito de las veredas, también donde llegaba; siempre la gente en Barranca me recibía con mucho cariño, yo me llevo un recuerdo muy lindo de Barrancabermeja”.

Durante mas de una hora de charla, pude conocer más a monseñor; y con algunas de tantas preguntas pudimos saber mas de su vida personal y pastoral. De las curiosidades que pudios escuchar fue que siempre en su mesa de noche mantiene el rosario y el celular para escuchar desde muy temprano Caracol Radio, que su noticiero favorito es CM& y no es amante al pescado algo que me sorprendió, debido a que lleva tanto tiempo viviendo en una zona ribereña, pero el afirmó que se debe por algunas experiencias que vivió cuando niño.

Barrancabermeja despide a monseñor Camilo como una persona que creo lazos de armonía y unidad. Comentó que no volvería porque sería molesto para su sucesor, desde donde esté siempre nos recordará con mucho cariño dejando a muchos amigos. Antes de irse deja al servicio del colegio Seminario San Pedro Clavel uno de sus bienes mas preciados como lo es su biblioteca personal.

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