En la Catedral de Santiago de Compostela ubicada en España, los monaguillos que trabajan en ese lugar, metieron marihuana en el incensario en vez de poner incienso que es lo habitual en pleno acto religioso.
Los feligreses que participaban de la ceremonia percibieron un extraño olor diferente al que normalmente tiene el lugar. Uno de ellos dijo: “No olía como otras veces, era un olor familiar pero no conseguía relacionarlo con nada, pero en la habitación de mi hijo alguna vez huele así”.
Cuando terminó la eucaristía, la Policía hizo acto de presencia y seguido detuvieron a dos monaguillos que en su declaración confirmaron que en un acto de broma decidieron cambiar la sustancia habitual por marihuana.
“Fue una broma que se nos ocurrió durante el cotillón de Nochevieja, compramos medio kilo de maría (marihuana) y lo metimos dentro del incensario. Seguro que la gente ha salido de la Catedral más contenta que nunca”, afirmó uno de los implicados.
Aunque los dos jóvenes fueron dejados en libertad, les prohibieron volver a ser ayudantes en una eucaristía.