La temporada de lluvias en el departamento de Santander ha desencadenado una situación crítica, afectando a más de 4.000 familias que han sufrido pérdidas de viviendas, inundaciones y daños graves en sus cultivos.
Edward Sánchez, director de Gestión del Riesgo de Santander, señaló que las precipitaciones han tenido un impacto devastador, particularmente en las zonas rurales, donde las dificultades de acceso han empeorado la situación.
“En este momento tenemos 4.000 familias del departamento que presentan afectaciones, algunas incomunicadas. Por ejemplo, en el municipio del Carmen de Chucurí, más de 35 veredas están aisladas, lo mismo en áreas rurales de San Vicente, Santa Elena de Lopón y Vélez. Las afectaciones más significativas son por las dificultades en vías”, explicó Sánchez.
De los 87 municipios del departamento, 81 han reportado daños causados por las lluvias a la Oficina de Gestión del Riesgo. Doce de ellos están en alerta roja, destacándose por la gravedad de los efectos:
- Simacota
- San Vicente de Chucurí
- Carmen de Chucurí
- Sabana de Torres
Las lluvias han provocado deslizamientos, inundaciones y la destrucción de vías, dejando a comunidades enteras sin acceso a alimentos y servicios básicos.
La mayor parte de los daños se concentran en áreas rurales, donde el aislamiento dificulta la llegada de ayuda. Cultivos esenciales para la economía local, como cacao, café y plátano, han quedado destruidos, generando una doble crisis: humanitaria y económica.
Las autoridades departamentales trabajan para atender a las familias afectadas, pero la magnitud del desastre supera las capacidades locales. Sánchez hizo un llamado al Gobierno Nacional y a la comunidad para sumar esfuerzos en la atención de esta emergencia.
Además, se exhorta a los ciudadanos a mantener la precaución en zonas propensas a deslizamientos y a evitar el tránsito por vías afectadas.
