Una familia de cinco integrantes fallecieron en el estado Táchira, Venezuela, producto de complicaciones asociadas al nuevo coronavirus que, en este país ya suma más de 1.170 muertos, de acuerdo a cifras emitidas por el régimen venezolano.
Todo comenzó cuando Verónica García Fuentes de 36 años, empezó a presentar malestar general en la segunda semana de diciembre, y fue hasta el Centro de Diagnóstico Integral en Táriba donde le hicieron la prueba rápida del covid-19 y dio positivo.
Sin embargo, el miedo de García la hizo guardar silencio y aislarse en su propio domicilio. Días después opta por hacerse la prueba PCR arrojando el mismo resultado positivo por lo que la mujer inició el tratamiento desde casa con médico privado, pero aún sin decir nada a su esposo, de acuerdo a lo relatado por el portal La Nación.
Para los familiares se trataba de “una gripe muy fuerte”, mientras García continuaba compartiendo con sus hijos y su esposo José Antonio Gómez de 33 años, quien el 27 de diciembre decidió ir a una fiesta.
“Él se fue a la reunión. Las fiestas están prohibidas, pero se reunieron, quizá unas 20 o más personas. Tomó licor, habló con amigos, cuando recibió una llamada telefónica de su esposa, donde le dijo que se regresara a la casa, que no compartiera con nadie, porque ella tenía covid y él podía estar infectado”, cuenta su cuñada, Mariela García.
La confesión de Verónica sirvió para que toda la familia entrara en confinamiento desde su residencia de Palmira, municipio Guásimos. El esposo, junto a sus tres hijos inicialmente dieron negativo en la prueba rápida, no obstante, luego de una prueba PCR dieron positivo, cumplían con tratamientos de remedios caseros y algunos medicamentos, aún así lamentablemente todos fallecieron.
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