La mujer oirunda de Bucaramanga no soportó el amargo momento que vivió al ser abandonada con sus tres hijos por segunda vez y al no tener ‘más opción’, decidió envenenar a sus hijos de cuatro, seis y doce años.
La madre soltera esperó hasta la hora de la cena y preparó chocolate caliente y en lugar de ponerle más leche a la bebida, le agregó un envase completo de veneno para ratas.
Minutos después, los tres hijos comenzaron a convulsionar y fue gracias a una vecina que se percató de los hechos ocurridos y decidió llamar a la Policía aunque su madre decía que sólo ‘estaban jugando’.
Al lugar arribaron paramédicos quienes auxiliaron y trasladaron a los menores a las Clínicas San Luis y Chicamocha. Al día siguiente, los tres menores fallecieron debido a las grandes cantidades de veneno que bebieron. Cada uno de ellos murió por fallas totales del sistema respiratorio y cardíaco.
Los cuerpos de los menores fueron entregados al padre cuya identidad fue protegida por la ley y afirmó que tenía meses buscando la patria potestad de sus hijos, sin embargo, la ley se lo impidió.
Por su parte las autoridades de Bucaramanga comenzaron las investigaciones y el arresto de la madre soltera quien afirmó sentirse sola tras el abandono de su pareja y que ella no buscaba dañar a sus hijos, sino darle un susto al padre de sus criaturas porque la ‘había olvidado por completo’.
Con el material recopilado, la Policía de Bucaramanga procedió a arrestar a la acusada y hace unas horas un juez le dictó sentencia de 45 años de prisión con la posibilidad de enfrentar cadena perpetua.
La mujer de 29 años permanece en la Cárcel de Mujeres de Chimitá, de Bucaramanga esperando que las autoridades le rebajen la sentencia a 33 años por sufrir ‘daño psicológico’. EL próximo 17 de mayo se conocerá el dictamen final.
Foto: Vanguardia.