Lo que necesitamos de nuestros próximos gobernantes

Nuestros gobernantes se han caracterizado por ser personas con total ausencia de proyección, visión, conocimiento y planeación con respecto al escenario real de sus territorios en torno a la economía, salud, educación y bienestar social de las personas.

Justamente esa falta de conexión con la realidad de sus territorios, es la que lleva a que cada gobernante de turno llegue con ideas nuevas, se cambien las prioridades de inversión cada cuatro años, y se generen nuevos esfuerzos institucionales hacia otros intereses desperdiciando recursos financieros, talento humano, y tiempo.

Por estas razones y muchas otras más, el país y los ciudadanos en cada territorio necesitamos que nuestros próximos gobernantes comprendan que debemos planear a largo plazo los territorios que van a representar, administrar con cautela e inteligencia los recursos públicos de sus ciudadanos, desarrollar consensos reales con la ciudadanía para lograr verdaderos procesos de cohesión social, construir sobre la dinámica real del escenario social y económico que viven las áreas urbanas y rurales, y lo más importante, lograr la sincronización de la academia-empresa-estado a favor de una prospectiva que responda a mejorar las condiciones de bienestar social.

En todo caso, no solamente administrar bien los recursos públicos, acercarse a la realidad urbano – rural y sincronizar actores estratégicos será clave, también será fundamental que nuestros futuros mandatarios desarrollen 1. Inversiones cuantiosas en la infraestructura de hospitales, colegios y vías tercerías; 2. Estrategias que faciliten mayor acceso a la educación media y universitaria; 3. Iniciativas a través de gasto público que le den impulso a la dinámica de empleabilidad; y 4. Fortalecimiento de capacidades en maestros y padres de familia para prevenir, enfrentar y/o resolver situaciones como la drogadicción y los embarazos adolescentes no deseados.

Al desarrollar acciones en los puntos anteriores, se tendrá incidencia directa sobre temas fundamentales como el empleo, la seguridad y la calidad de vida de los habitantes de sus ciudades y departamentos.

Ahora bien, el reto particular que además tienen que superar nuestros próximos gobernantes, pide y exige de ellos un esfuerzo para entender que el camino de las armas y del apoyo a la guerra no es el correcto para lograr construir un mejor país. Este camino únicamente destruye y dilapida toda capacidad institucional y financiera del país para avanzar hacia un mejor bienestar social de los Colombianos.

Es evidente, según cifras estadísticas y nuestra propia historia, que en la guerra la peor parte la han llevado las personas más vulnerables del país, quiénes tienen todo el derecho de soñar un mejor bienestar, quiénes deberían tener toda la posibilidad de acceder a servicios públicos necesarios como agua, luz y gas sin interrupciones; y además poder disfrutar del acceso a la educación, con igualdad y paridad, que aquellos que estudian en la ciudad.

Por esa razón, querido ciudadano y compatriota, en sus manos está la oportunidad de ser parte de la jornada electoral votando a conciencia, por ideas y programas de gobierno, por candidatos que no busquen perpetuarse en el poder que la ciudadanía les da, por personas diferentes a las que tradicionalmente conocemos, que siempre quedan elegidas y que no han hecho nada por cambiar la realidad de nuestro territorio.

Nota: Foto de Jaime Moreno – Publicada en el Periódico El Tiempo – 23 de febrero 2017

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