La temporada de lluvias ha iniciado con fuerza en el país, causando estragos en diversas regiones, especialmente en el departamento de Santander. Según Eduar Sánchez, director de Gestión de Riesgo del departamento, 40 municipios han declarado calamidad pública debido a las afectaciones ocasionadas por las fuertes precipitaciones. Entre los problemas más graves se encuentran desbordamientos de quebradas, granizadas, avalanchas y vendavales.
Las autoridades están gestionando recursos para atender las emergencias y se están realizando censos para determinar la cifra exacta de ciudadanos afectados. Entre los eventos más destacados, en el municipio de Charta, en la provincia de Soto Norte, se registró una fuerte granizada que dañó viviendas y cultivos en cinco veredas. Además, el desbordamiento de una quebrada en la vía Curos – Málaga bloqueó el paso vehicular, manteniendo la carretera cerrada, aunque en las últimas horas anunciaron que el cierre total de la vía fue levantado.
En la provincia de García Rovira, el municipio de Santa Bárbara sufrió inundaciones en sus calles principales debido a la súbita crecida de dos quebradas. Por otro lado, en Puerto Wilches, un vendaval que se extendió por más de 30 minutos afectó a más de 500 familias y dejó sin techo al 30% de las viviendas. Ante esta situación, la Gobernación de Santander ha anunciado el envío de recursos y ayuda humanitaria para atender a los damnificados.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha advertido que la temporada de lluvias podría extenderse hasta noviembre, e incluso prolongarse hasta el primer trimestre del 2025. Las autoridades locales continúan monitoreando la situación y coordinando esfuerzos para mitigar los efectos de estos fenómenos naturales en la región.