Barrancabermeja ha emprendido una lucha histórica por el agua del territorio.
En el 2020 Colombia Informa hace un estudio contextual entorno al agua y las etapas que han atravesado las comunidades entorno a los daños generados en las fuentes hídricas y la búsqueda de resolución al conflicto
Inicio de una lucha
Desde 1960 se refiere que el agua de Barrancabermeja ya llegaba embarrada a las viviendas, obligando a las personas, a agregar alumbre para poder aclararla, desencadenando marchas tres años después de padecer dicho fenómeno.
La Empresa Acuasur toma la decisión de reemplazar el Caño Cardales, ubicado en la bocatoma, debido a la sequia de éste por las oleadas de calor, convirtiendo a la Ciénega Juan Esteban como principal fuente de aprovechamiento hidráulico.
Es importante aclarar que la Ciénega Juan Esteban desembocaban alcantarillas, ocasionando protestas entorno a la exigir una mejora en el sistema de acueducto.
El problema persiste
Aún en los años ochenta, las protestas y movilizaciones se prevalecían en el territorio. La Ciénega San Silvestre era la fuente hídrica de la bocatoma -hasta en la actualidad-. Para ese entonces, Ecopetrol ya se encontraba en Barrancabermeja y las comunidades reclamaban una relación digna con dicha organización.
El líder social, Leonardo Posada, afirmaba para 1983 que:
“Ecopetrol arrojaba diez mil barriles diarios de aguas residuales a la Ciénega San Silvestre y adicionalmente, un muro de contención acumulaba materia orgánica e inorgánica propiciando el aumento de contaminación”.
En 1987 se convoca al primer Paro por la Vida en la historia del actual distrito. Dicha protesta tuvo la intervención del estado y desencadenó disturbios. Los protestantes prácticamente destruyeron la infraestructura de Emposan, empresa que se encargaba en ese entonces del servicio de acueducto.
La degradación ambiental y las actividades continuas de la industria petrolera, ocasiona daños significativos en las fuentes hídricas.
Llamado a la acción.
Hace once años, Aguas de Barrancabermeja ha sido la encargada del acueducto del distrito, no obstante, no se han hecho abordajes significativos entorno al tratamiento de lodos residuales vertidos que sedimentan la Ciénega San Silvestre, y de igual manera, el mal manejo de los recursos económicos y de inversión.
Por otro lado, el funcionamiento del relleno sanitario del distrito abarca 38 mil hectáreas aledañas, contribuye a los daños en el cuerpo hídrico.
En 2017 La Corte Constitucional comprobó que los lixiviados del relleno Yerbabuena contaminan las afluentes del Caño Zarzal y las aguas que desembocan en la Ciénega San Silvestre y se corrobora que el agua de Barrancabermeja no cumple con las características básicas del líquido: incoloro, inoloro e insaboro.
En el 2018, la Alcaldía de Barrancabermeja y el laboratorio Lasertec rindió un informe entorno a la calidad del agua y destaca:
“De los puntos monitoreados, el correspondiente a la descarga de lodos de la PTAP de Aguas de Barrancabermeja S.A. E.S.P. y la descarga de los lodos de la PTAP en la ciénaga -punto de mezcla-, son los que presentan condiciones de calidad más desfavorables, debido a afectaciones por contaminación de un alto contenido de materia orgánica e inorgánico, con concentraciones detectables de Cianuro, Hierro y Aluminio, estos dos últimos son característicos de este tipo de lodos producidos en sistemas de potabilización de agua.
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