Colombia, un país lleno de cultura, dialectos, acentos, razas, un país diverso, que se junta cuando juega la selección, es como si todos nuestros corazones se enlazaran y el sentimiento fuese uno solo.
La preparación previa al partido es muy importante, la energía va subiendo cada que se acerca la hora del pitazo inicial. La camiseta es fundamental durante el día, las banderas en las casas, las cornetas, pañoletas y todo lo que lleve la bandera tricolor está permitido.
El sitio para ver el partido no es muy importante, ya sea un bar o en la casa de un amigo, lo que importa es verlo rodeado de muchas personas, ya que el sentimiento se vive mejor cuando lo compartimos.
Minutos antes del inicio suena el himno de Colombia, nuestro himno, ese que cantamos con todo el corazón y que nos hace confiar en el buen resultado que siempre esperamos de nuestra selección.
Nos fundimos en un solo abrazo lleno de emoción, celebramos con nuestros jugadores, el éxtasis corre por nuestras venas y nos hace llorar de alegría, cada gol lo cantamos con más emoción que el anterior, pues el alma de todo un país se alza hasta llegar a las nubes.
Los Colombianos estamos programados para celebrar por todo, siempre le vemos el lado bueno a las situaciones, gane o pierda nuestra selección, siempre vamos a gozarnos la fiesta y con la mejor actitud nos volcamos a las calles llenos de orgullo, pues la tricolor es la que nos pone a latir el corazón de manera descomunal y nos hace sentir que somos un solo corazón.
Luis Medina