La Informalidad es una problemática de toda Latinoamérica, Colombia no es ajena a este fenómeno económico, social, cultural y político. Colombia es un territorio de muchas luchas sociales a raíz de la desigualdad e inequidad, aquí se ha luchado por derechos como la salud, la educación, la vivienda, el derecho a la vida y por supuesto más que el derecho al trabajo, el derecho a sobrevivir. Lo pongo en este contexto ya que uno observa la actividad comercial y las políticas de empleabilidad que en poco o nada subsanan el fenómeno de ingresos a los hogares colombianos que se traduce en pobreza.
La calle se ha convertido en una selva, donde todos debemos sobrevivir, donde todos nos exponemos, donde todos queremos conseguir algo para llevar a nuestras casas, a nuestros refugios para de alguna manera minimizar las necesidades básicas de nuestras familias.
Según el DANE la cifra de la informalidad oficialmente es del 48%, el Departamento de Estudios estadísticos asegura que 6.000.000 de colombianos se encuentran en la informalidad, datos que para algunos analistas no corresponden a la realidad, porque lo que se percibe es una informalidad que puede estar bordeando el 60% de la actividad comercial y laboral.
Toda persona que desarrolle una actividad, tarea o puntualmente un empleo, pero no cuente con un contrato laboral, que salvaguarde derechos contemplado en la constitución política colombiana y leyes colombianas, se cataloga como INFORMAL, de la misma manera todo aquel que desarrolle una actividad comercial u opere un establecimiento comercial pero este no se encuentre registrado ante la cámara de comercio del territorio donde desarrolle operaciones, es catalogado como un establecimiento o actividad INFORMAL.
En este contexto, son muchos los colombianos que dependen del desarrollo de actividades comerciales y empleos informales para sobrevivir, máximo cuando nos encontramos en medio de una PANDEMIA con afectaciones económicas, sociales y políticas en todo el mundo, y la única MAXIMA de los seres humanos en este momento, es sobrevivir.
Cifras
Esta cifra oficial de informalidad es de febrero del año 2020, la cual es alarmante, por el golpe de la pandemia, muchos formales seguramente como lo indican algunos medios de comunicación, se están quebrando económicamente y se están viendo obligados a liquidar y cerrar sus establecimientos formales, ya que no tienen como sostener unos empleos y gastos operativos, sus negocios están cerrados hace más de 4 meses.
Esto indica que estas personas que cerraron pasaran de la formalidad a la INFORMALIDAD por la máxima de SOBREVIVIR. Uno observa como en las redes sociales se incrementaron las ventas de todo tipo de artículos y servicios, actividad que no cuenta con regulación alguna y que hoy por hoy seguramente ningún gobierno va a regular por la misma incapacidad de respuesta, al menos en Colombia.
¿Y qué ha pasado con los informales que existían antes de la pandemia? El otro fenómeno, son los informales que existían antes de la pandemia, los que por años mueven una economía en Colombia, una economía que se ha querido deslegitimar, pero que hoy invito a tratar con guantes de seda, ya que esta economía mueve y genera empleos o más bien ingresos, para no entrar en polémica con economistas y defensores de la formalidad.
La informalidad es un motor en Colombia que ayuda a generar empleos, desde luego sin el lleno de los requisitos y sin contratos laborales, pero generan empleo, es más, aportan al PIB en Colombia y desde luego ayudan al crecimiento económico y desde mi concepto, ayudan a la seguridad ciudadana, ya que no me imagino a las personas sin ni siquiera poder trabajar en la informalidad, bajo la máxima del SOBREVIVIR.
Nos equivocamos cuando queremos ver a los informales como personas o establecimientos ilegales, los invito a que los veamos como un problema circunstancial que iremos explicando. Roberto Rave politólogo del canal CNN, manifiesta que la informalidad no es más que un escape o una salida circunstancial y popular a todo el andamiaje y acoso por parte de los gobiernos con tramites e impuestos. Y la verdad todas las regulaciones o la burocracia del estado es un absurdo.
Estos emprendedores nativos a los cuales le llamamos informales, hoy están sufriendo, primero porque no gozan de las oportunidades del gobierno nacional, ya que para el estado ellos no existen, no se encuentran en ningún registro dado que no están inscritos ante ninguna cámara de comercio, no pueden acceder al sistema financiero por lo mismo, menos pueden acceder a subsidios de pago de nóminas muy a pesar que generan empleos, de verdad la están pasando mal porque no pueden acceder a ningún beneficio del estado.
El Gobierno nacional al comienzo de la pandemia ordenó aislamiento obligatorio en todo el territorio nacional, esta situación desencadeno problemas profundos para ellos, ya que la actividad informal se desarrolla en el día a día, su actividad depende de las ventas del día, que son bien atractivas por cierto, la informalidad mueve un billón de pesos al día en transacciones, dinero que pasa de una mano a otra sin registro alguno. Pero con esta pandemia, con estas prohibiciones de comercio libre a causa del aislamiento preventivo, muchos la están pasando mal, muchos se alegraron cuando el gobierno nacional anunció y empezó autorizar la reactivación económica, pero…. ¿QUIEN AUTORIZA LA REACTIVACION ECONOMICA DE LOS INFORMALES, si ellos desarrollan su actividad normalmente en la calle? Recuerden que aportan al PIB colombiano, recordemos que generan ingresos y empleos, pero en estos momentos están solos.
Está claro que esta pandemia nos va a dejar muchos más informales y desempleados tanto en la formalidad, como en la informalidad, personas y establecimientos que pasarán de la formalidad a la informalidad, porque no aguantarán las cargas tributarias, impuestos, nominas, arriendos etc. etc. etc.
Quiero dejar claro que los formales merecen todo el apoyo del estado, los auxilios, el apoyo del sistema financiero, bonos, rebajas de tributos, son unos verracos.
¿QUE PAPEL JUEGAN LOS GOBIERNOS?
Los gobiernos de la región como Argentina, Perú, Brasil, Bolivia que de hecho es el país de mayor informalidad en el mundo con un 80% oficial, han definido que son muchas las causas, una de ellas es, el sin número de regulaciones burocráticas que se tienen en cuenta para poder formalizar una actividad comercial, problema que tiene a 130 millones de trabajadores de todo Latinoamérica en la informalidad. En Colombia aparte de este fenómeno de trámites y regulaciones existe la desconfianza en la utilización de los impuestos recaudados por parte del estado, se asegura por parte de muchos informales el no pago de impuestos y tributos por que serán utilizados para fines políticos y no para fines de inversión social.
El gobierno nacional y los territoriales deben empezar seriamente a crear estrategias y políticas públicas que estimulen el tránsito de la informalidad a LA FORMALIDAD, generando reducción de tributos, impuestos y tramites que no generen cansancio administrativo, me dijo un señor en Bucaramanga, “yo quisiera formalizarme, pero hasta los mismos contadores, se enrredan para pagar impuestos, le dicen a uno sumerce que un talonario, que un formulario y se pegan una enrredada de Dios padre” esta es una radiografía por causa de las regulaciones, aparte de que en Colombia son muchos los tributos e impuestos que toca pagar, son difíciles de pagar por la tramitología. Hernando Soto un economista peruano estudioso de la informalidad asegura: EL PROBLEMA NO ES LA ECONOMIA INFORMAL, SINO EL ESTADO. Y además asegura que la legalidad es un privilegio, al que solo se accede mediante poder económico y político, no voy a profundizar en este pensamiento, pero logró detenerme y reflexionar para otro artículo. Será que las posibilidades de los emprendedores pobres son menores, ¿que los emprendimientos de los emprendedores adinerados y con poder político?
En conclusión los informales colombianos requieren del apoyo igual que los formales, requieren incentivos económicos, requieren pagos de nóminas; requieren entrar al sistema financiero para acceder a créditos con cero interés, requieren del apalancamiento del gobierno nacional y los gobiernos territoriales, y para esto se está en mora de crear políticas públicas que ayuden a incentivar el tránsito a la formalidad; se requiere reducir el peso burocrático, tributario y tramites del estado, solo de esta manera lograremos tener una reactivación económica en el marco de la pandemia, de lo contrario podríamos entrar en una crisis económica, social y política. Además, para finalizar, si no se crean unos estímulos, una reducción tributaria y burocrática, los nuevos emprendedores que en su mayoría son jóvenes se frustrarían y perderían el empuje que requieren para sacar adelante sus ideas de negocios.
PD: ¿Será que lo dicho por el economista peruano Soto es cierto? QUE LA LEGALIDAD ES UN PREVILEGIO, AL QUE SOLO SE ACCEDE MEDIANTE EL PODER ECONOMICO Y POLITICO porque si es así, a las clases populares no les queda otro camino que la ILEGALIDAD en todos los sentidos. Pero será análisis de otro escrito.
ERWIN JIMENEZ BECERRA
Consultor Político y de Gobierno.