No sé a quién se le ocurrió decir que Colombia es el país más feliz del mundo. Yo tengo 28 años y no he conocido la Paz, tampoco la vieron mis padres ni mis abuelos; y al paso que vamos no la verán mis hijos.
Cómo se mide la felicidad de los pueblos? Acaso nos ganamos ese título por ser fiesteros o por bebedores? Si alguien lo sabe estaría muy bien recibida su explicación.
Pero más allá de eso, de reconocer la riqueza que tenemos y de recordar a mi país con mucho amor en la distancia; me duele profundamente que la única opción que tengo como colombiana soñadora y con muchas metas por alcanzar; sea la de alejarme de mi país. De mi tierra, en donde están mis raíces, mi historia y mi familia.
Y a riesgo de ganarme unos cuántos enemigos, compatriotas de dientes para afuera por que a esos no les duele vender o regalar la tierra; me atrevo a decir lo que muchos piensan cuando piensan en sus futuros. Buscar el futuro en Colombia es una utopía, aquí no hay futuro! No soy pesimista, hablo desde la realidad del día.
El futuro es el que está cayendo, masacre tras masacre.
Colombia es rica en recursos, en agua por nuestros páramos que estamos a un paso de perder. Tenemos comida que se pudre en los camiones pero llegan alimentos extranjeros. Tenemos costureras y mano de obra ideal para vestir a todo el país, pero preferimos comprar las sobras de Europa y re-pagar por ello.
Vivir es un privilegio de clases por que si eres pobre y vives en un lugar olvidado por el gobierno, te pueden matar por salir a la tienda.
Si se enamoran de ti también es un problema por que si no le correspondes a un hombre te pueden matar, y cuando estés muerta la gente va a hablar de ti; va a decir que por qué salías a esa hora o con esa ropa, que por qué tenías tatuajes o por qué eras madre soltera. Soy mujer y me duelen las mujeres muertas a manos de sus ex parejas, de sus jefes, del gobierno criminal y permisivo.
Yo no parí hijos para la guerra, yo no pienso dejarle un “héroe” más a esta historia, que ni siquiera existe por que nos olvidamos hasta de eso! Por que nos olvidamos de nuestros muertos. Por que no dicen sus nombres, por que no hay nada que los represente y por que a ellos sólo los lloran sus familias.
No deseo vivir en un país en donde alaben a los criminales y condenen a las víctimas, no deseaba tener un presidente que trabaja a favor de un genocida, ni un gobierno que permite que asesinen niños, jóvenes, líderes sociales y a personas que labran la tierra para darnos alimentos.
La gente buena se va! Se van por que aquí no los escucharon, por que aquí no les creyeron sus teorías, por que aquí no valoraron sus talentos ni les pagaron bien por su trabajo. Algunos alcanzan a irse pero muchos otros se quedaron para engrosar las listas de muertos, a los que quisieron luchar por los derechos de TODOS los silenciaron con balas; a otros los sacaron a la fuerza.
La gente sale de Colombia en busca de un sueño y por eso no regresa, por que en cualquier lugar del mundo se van a partir el lomo trabajando, pero nunca nadie cambiará el sentimiento de vivir en paz.
La Paz que ni usted ni yo conocemos.
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