Jóvenes con enfermedades cognitivas reciben regalo de su equipo favorito, Alianza Petrolera

La mañana de este 16 de agosto de 2018 quedará ‘pintada’ en el corazón de los barranqueños José Gabriel Padilla Arrieta y Wilson Alejandro Buitrago con los colores amarillo y negro de su equipo amado, Alianza Petrolera. Una marca que ni siquiera el ocaso borrará, pues es un amor que les nació desde muy niños.

Los hinchas aurinegros, de 18 y 14 años, respectivamente, y quienes padecen del Síndrome de Asperger y de discapacidad cognitiva y del lenguaje, recibieron de las directivas de Alianza Petrolera y de los jugadores un regalo que anhelaban de manera ferviente: la camiseta original del equipo profesional autografiada por los jugadores, ídolos de todo este pueblo futbolero que anhela verlos conquistar el título del fútbol colombiano y, por qué no, de la Copa Libertadores.

La gran sorpresa para los jóvenes sucedió a muy tempranas horas, en el ‘Daniel Villa Zapata’, durante el entrenamiento matutino que la ´Máquina Aurinegra’ realizó de cara al partido que jugará de local este sábado, 18 de agosto, ante Patriotas, a partir de las 3:15 de la tarde.

Allí, sobre el gramado del ‘Coloso de la Villa Olímpica’, los adolescentes fueron cobijados por los jugadores del plantel aliancista, quienes los saludaron, los abrazaron, les expresaron palabras de cariño, les agradecieron la pasión por el equipo y les entregaron las dos camisetas, una para cada uno, con la firma de todos ellos, también sus ídolos. Por ellos, José Gabriel y Wilson Alejandro arriban al estadio cada vez que la ‘Máquina Aliancista’ juega sus partidos de local. Para ellos no existe barreras por ese sentimiento que se pinta de amarillo y negro.

También, los adolescentes fueron recibidos por el director técnico del equipo, Juan Cruz Real, y por el gerente deportivo de la institución, Jorge Corzo, quienes les extendieron un efusivo y cordial saludo, y les expresaron palabras que les sacaron sonrisas que parecieron ser infinitas y eternas, así como cuando su equipo anota en el arco contrario.

El gesto social, humano y deportivo de Alianza Petrolera se realizó, en esta ocasión, gracias a las gestiones del patrullero de la Policía Nacional Yhorman Vera y del funcionario del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, Ramón Padilla, quienes se acercaron al club para explorar la posibilidad de que estos menores pudieran estar esta mañana al lado de sus ídolos.

Durante la actividad, que contó con la presencia de los acudientes de los jóvenes, Corzo recordó, precisamente, que esta clase de eventos hace parte de las acciones de responsabilidad social que la institución aurinegra realiza para hacer felices a los niños y jóvenes del puerto petrolero y de su área de influencia.

Además, las directivas del club aurinegro y los jugadores recordaron las diferentes actividades de este tipo que durante el año se han realizado, como, por ejemplo, estas dos historias siguientes que fueron noticia en el puerto petrolero hace poco: la de la niña Angélica Fernanda Sierra Agámez, de 3 años, conocida en su entorno familiar y de amigos como Ánfer, quien tiene microcefalia, y la de Sebastián Caicedo Chinchilla, quien padece problemas de salud debido a un tumor cerebral y a una hidrocefalia con las que llegó a este mundo.

Y, sin duda alguna, este jueves los corazones de José Gabriel y Wilson Alejandro quedaron marcados con esa ‘tinta’ consanguínea que los hace hijos de esta gran familia llamada Alianza Petrolera.

El Síndrome de Asperger, el que padece José Gabriel, es un trastorno del desarrollo cerebral que se evidencia en dificultades de relacionamiento con los demás y, en ocasiones, con comportamientos inadecuados.

Los trastornos cognitivos y del lenguaje de Wilson Alejandro –quien fue abandonado por sus padres debido a su enfermedad– hacen que tenga problemas para expresarse verbalmente y para estudiar, entre otros.

A José Gabriel, quien estudia tercero de bachillerato, la alegría le brotó apenas vio a uno de sus ídolos, el delantero barranqueño César Augusto Arias Moros, quien fue el encargado de hacerle entrega de la camiseta autografiada. Un abrazo, una sonrisa y unas ‘poderosas’ palabras al oído engalanaron la noble acción deportiva y social.

“Estos son detalles que el club ya está acostumbrado a ofrecer para estos niños y jóvenes amantes de Alianza Petrolera y que padecen de alguna enfermedad o atraviesan dificultades humanas. Uno como jugador se siente agradecido por la admiración que ellos tienen para con nosotros, y dedicarles un espacio para ellos es sacarles una sonrisa, una sonrisa que es tan crucial para ellos como para nosotros y para todo ser humano”, expresó el goleador barranqueño.

Por su parte, Wilson Alejandro, que hace parte del programa de Internado para Discapacidad y Restablecimiento de Derechos del ICBF, recibió la ‘casaca aurinegra’ de parte del volante de marca Hárrison Henao, quien también le ofreció un valioso abrazo y unas palabras espirituales que conmovieron al adolescente.

“Es algo especial, y profundamente espiritual. Obviamente, las puertas del club están abiertas para ellos. Es una actividad de resaltar, porque todo ser humano necesita de una sonrisa, de un te quiero, de un abrazo, de una amistad, de una expresión de cariño y afecto. Y esa alegría que ellos expresan, nos hace felices a nosotros: Dios es amor”, dijo el volante Henao.

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