Una ciudadana de Países Bajos, de 28 años, ha tomado una decisión profundamente controvertida y personal: someterse a la eutanasia debido a graves problemas de salud mental. Zoraya Ter Beek, quien ha luchado durante toda su vida contra la depresión, el autismo y el trastorno límite de la personalidad, ha decidido poner fin a su sufrimiento. El proceso está programado para llevarse a cabo en mayo de 2024.
A pesar de tener una pareja cariñosa y el apoyo de mascotas, Zoraya siente que su enfermedad es intratable y ha llegado a la dolorosa conclusión de que la calidad de vida que anhela no es alcanzable dentro del contexto de su padecimiento. Los médicos que han tratado su caso han llegado a la misma conclusión, afirmando que no hay más opciones viables para mejorar su condición.
El caso de Zoraya ha generado un intenso debate en la sociedad. Algunos resaltan la preocupante tendencia de los profesionales de la salud a recurrir fácilmente a la eutanasia para problemas mentales, argumentando que podría haber alternativas de tratamiento o apoyo psicológico aún no exploradas. Sin embargo, hay quienes defienden la práctica como un ejercicio de autonomía y control sobre la propia vida.
¿Cómo se hará el procedimiento?
Los médicos que llevarán a cabo el procedimiento de eutanasia lo harán en la casa de Zoraya, garantizando un entorno tranquilo y familiar para su último momento. El proceso comenzará con la administración de un sedante, seguido por un medicamento para detener su corazón. Una vez que haya fallecido, su cuerpo será incinerado y las cenizas esparcidas en un bosque, según sus deseos.
La decisión de Zoraya Ter Beek, aunque dolorosa y debatida, destaca la complejidad de los dilemas éticos y morales que rodean a la eutanasia, especialmente en el contexto de enfermedades mentales. Su historia continuará resonando en la sociedad, planteando preguntas difíciles sobre el derecho a la muerte digna y la atención de la salud mental.
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