Conmoción en la capital del Magdalena, por las circunstancias en las que falleció una joven de 18 años, identificada como Wendy Daniela López Ortiz, tras practicarse un legrado luego de haber tomado unas pastillas abortivas.
El hecho ocurrió el pasado domingo 17 de diciembre. De acuerdo con la hermana de la víctima, la joven entró al centro asistencial el miércoles 13 de diciembre y sobre su embarazo nadie sabía, sino hasta el día después de haberlo interrumpido.
“En la clínica le hicieron una ecografía y encontraron que tenía residuos; le dijeron a Wendy que le iban a hacer un lavado, “que eso era ambulatorio y demoraba de 20 (minutos) a media hora. (…) Ella ingresa y pasó una hora y no le daban respuesta a mi mamá y se acerca a preguntar qué pasaba y el doctor le dice que esté tranquila, que espere, que ella (Wendy Daniela) estaba allá adentro y la iban a pasar a recuperación.”
Explicó la mujer a El Heraldo.
Sin embargo, la historia empezó a tomar otro rumbo cuando al llegar su vivienda la víctima presentó fiebre y vómito, por lo cual el 16 de diciembre fue trasladada nuevamente a la Clínica Prado, donde fue ingresada a UCI por una supuesta bacteria.
“Nos dicen que a la 1:05 a.m. mi hermana entró en paro y a las 2:05 mi hermana entra en deceso. A mi mamá la vienen a llamar a las 5 de la mañana, tres horas después de que mi hermana murió, pero nadie da la cara. Fuimos a solicitar la historia clínica y nos salen con que hay que esperar cinco días hábiles para que nos la entreguen.”
Aseguró la hermana de la víctima al medio de Barranquilla.
El dolor y la incertidumbre se apoderan de quienes conocían a la estudiante de bachillerato, cuya partida repentina ha generado una serie de interrogantes sin respuesta. Ante la falta de claridad en torno a la atención médica brindada, los familiares de la joven han presentado una denuncia contra la Clínica Prado en busca de respuestas. Es de anotar que, hasta el momento, la institución no ha emitido un pronunciamiento sobre el trágico suceso, en el que falleció la joven que cursaba bachillerato y trabajaba en un local comercial en el Centro de Santa Marta