La de D’Elía fue la primera de las muertes producidas por las fallas en este tipo de productos utilizados por miles de personas alrededor del mundo para evitar los efectos nocivos del tabaco y la nicotina en el organismo. Para muchos representa un primer paso para dejar de fumar.
El cuerpo de bomberos de St. Petersburg halló a la víctima sin vida en el interior de su hogar luego de que asistieran a él por el incendio que se produjo tras la explosión del artefacto.
La autopsia, revelada este martes, informó que el hombre de 38 años no murió como consecuencia de la asfixia o las llamas, sino de los proyectiles que tras la explosión golpearon en su cabeza.
Dos piezas del vaporizador se introdujeron en el cráneo de D’Elía, de acuerdo a la autopsia dada a conocer por la cadena de noticias CBS de aquel estado norteamericano.
Causa de muerte: “herida de proyectil en la cabeza” explica el informe forense. El 80 por ciento del cuerpo de la víctima presentaba quemaduras de consideración.