La víctima era Antonio Alejandro Amaya (de 27 años), y las ciudadanas venezolanas fueron nombradas en dos versiones. El primer señalamiento lo hizo un joven que estaba en el establecimiento y también resultó intoxicado. El hecho ocurrió en Chía, Cundinamarca.
Las hipótesis que maneja la Fiscalía y la Sijín es que eran dos muchachas ‘venecas’, de Venezuela, que estaban repartiendo trago y cateando qué personas había para robarlas.
“No se ha establecido el tipo de la sustancia. Me refiero a que fue una sustancia porque el mismo dueño del bar dice que él miró las cámaras y se ve cuando le dan esta sustancia al mesero de él, que también salió afectado, y a mi esposo. Son unas mujeres, dice el dueño del bar, que son venezolanas y son gemelas porque se ven en el video”.
La tragedia comenzó cuando, según cuenta la mujer a la emisora, su esposo “como a las 11:00 p.m. bajó y volvió a subir [dentro del bar], pero dijo que estaba muy mareado.
Mientras estaban en el bar, asegura Muñoz al noticiero: “Me refería mucho que se quería ir para la casa, pero en un momento me dijo que le diera agüita a ver si le pasaba […]. Él salió caminando y nos fuimos para la casa. Vomitó y lo acosté de ladito para que no broncoaspirara”.
El hombre nunca le manifestó a su esposa que sentía un dolor en particular, por lo que se acostaron a dormir. Sin embargo, en la mañana ella se encontró con una trágica escena:
“Me iba para mi trabajo, en el momento de despedirme él estaba cianótico. Empecé a llamar a los vecinos, a la ambulancia. Cuando llegamos a la clínica el doctor me dijo que estaba sin signos vitales, pero que aun así le prestaron los primeros auxilios y reanimación”.
Mientras la mujer esperaba en esa clínica del municipio menciona que se encontró con el administrador del bar. “William me refería que también estaba con un mesero que había llegado porque de pronto le habían dado una sustancia”.
Incluso, el testigo que acusa a las ciudadanas venezolanas en el informativo declaró: “En el cierre me puse mal. Salí del establecimiento para la casa y allá me puse grave. Se me fue el habla, el movimiento del cuerpo”.
Por ahora, la mujer pide a las autoridades que investiguen porque su esposo “murió porque le dieron alguna bebida con una sustancia sicoactiva en ese bar”.