El hombre, de 49 años, aseguró que el confinamiento y el hecho de seguir dando positivo para coronavirus lo ha afectado emocionalmente:
“Hablar por teléfono con personas, ya sean parientes o colegas, me hace sentir mal. También cancelé mi cuenta de Facebook porque no podía soportar que me preguntaran si ya estaba curado: sentía mucho dolor al tener que decir siempre que no”.
El Huffington Post reportó que el paciente ha llorado en varias ocasiones por su reiterado diagnóstico y por no poder ver a su familia.
“Estoy desmoralizado. He llorado durante semanas; hace unos días tuve un colapso emocional y me hicieron hablar con un médico. Él dice que es normal después de más de tres meses en esta situación”, manifestó el hombre, según el periódico en línea.
Milko, que lleva 20 años en Italia y está confinado en Linate, también contó cómo pasa su cuarentena. De acuerdo con su testimonio, recogido por el mismo medio, en las mañanas sale a caminar, “siempre solo” para evitar contagiar a alguien, luego lee noticias, ve televisión y hace videollamadas con su familia.
El caso del ecuatoriano recuerda el de una niña de 4 años que sigue dando positivo para COVID-19, a pesar de que lleva 4 meses sin síntomas. La menor, que vive en Milán (Italia), desarrolló anticuerpos y no ha contagiado a nadie.
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