Hace poco ocurrió lo siguiente: Por motivo de la celebración de una fiesta familiar entre mi mamá, tías y abuela compraron con anticipación unos pasteles en una panadería de mucha tradición en la ciudad. Para preparar el pedido se debía pagar el 50% el día de la compra y el otro 50 el día de la entrega. Por alguna razón decidieron pagar el 100% el día en que se hizo el pedido, el cual por alguna razón debió ser ajustado dos días antes del even
Por obvias razones, la persona que fue a hacer el cambio en el pedido exigía que le devolvieran el dinero, pero quien atendió dijo que no se podía y que lo debía consultar, incluso pretendía que con ese dinero se comprara otra cosa.
Finalmente y ante la negativa de devolver el dinero, mi abuela habló con el propietario del negocio, quien prefirió dejar de vender los pasteles por no devolver los 50 mil, aún cuando esto le significara tener que devolver la totalidad del valor de la compra.
Con el respeto de todos aquellos excelentes y aguerridos empresarios de la ciudad ¿Hasta cuando en Barrancabermeja vamos a ser los peores comerciantes del mundo? ¿Hasta cuando vamos a dejar de seguir el camino que nos lleva a lo mismo de siempre y vamos a buscar ser verdaderos emprendedores? ¿Hasta cuando vamos a dejar de dar razones para que nos sigan señalando como una de las ciudades con la peor atención al cliente? ¿Cuando vamos a entender que una sola acción negativa de nuestra parte puede reducir la inversión en la ciudad y por ende su crecimiento? ¿Hasta cuando vamos a poner algo de nosotros para que la ciudad mejore?
Ahora entiendo porqué un señor alguna vez me dijo que prefería ir todos los días a un municipio cercano que queda cruzando un puente, aunque fuera más lejos, más feo y más pueblo, que quedarse a comer acá en Barranca porque allá lo atendían mejor.
Santiago Vargas.
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