En una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la propuesta para exigir al gobierno de Venezuela transparencia en las recientes elecciones, que declararon la victoria de Nicolás Maduro, no alcanzó la mayoría necesaria para su aprobación. La resolución obtuvo 17 votos a favor, 0 en contra y 11 abstenciones. Entre los países que se abstuvieron, destacó Colombia, cuya posición ha suscitado un debate sobre la neutralidad y la diplomacia en la región.
El gobierno colombiano, liderado por el presidente Gustavo Petro, justificó su decisión de abstenerse mediante un comunicado emitido por la Cancillería. En el documento, se argumenta que Venezuela no forma parte de la OEA desde 2019, lo que, según Colombia, convierte cualquier resolución de la organización en una acción meramente simbólica. “Una resolución sería un saludo a la bandera”, declaró la Cancillería, enfatizando que el foro multilateral no es el espacio adecuado para abordar la situación política de Venezuela.
La abstención de Colombia, acompañada por la de Brasil, se produjo a pesar de las previas solicitudes de ambos países al gobierno de Maduro para que publicara las actas electorales y así aclarar cualquier duda sobre los comicios. En su comunicado, la Cancillería colombiana reafirmó el compromiso del gobierno de Petro con el diálogo y la búsqueda de una solución pacífica en Venezuela. “El Gobierno de Colombia aboga por mantener el diálogo entre las partes y por evitar la violencia en Venezuela”, se lee en el texto. Además, se destacó que Colombia ha estado en constante comunicación con los gobiernos de Brasil y México para fomentar un acuerdo que promueva la convivencia y la paz política en la región.
Asimismo, la Cancillería señaló que el gobierno colombiano ha sostenido conversaciones continuas con las autoridades y sectores políticos de Venezuela, reiterando su enfoque diplomático basado en los principios de confidencialidad, respeto y no injerencia en los asuntos internos de otros países.
Esta postura también pone de manifiesto las complejidades y desafíos que enfrenta la región para abordar la crisis política en Venezuela, en un contexto de divisiones y sensibilidades diplomáticas.