Dos explosiones, una al interior del aeropuerto Camilo Daza y otra en cercanías a la terminal aérea, alertaron el martes 14 de noviembre a la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander.
La primera explosión se presentó sobre las 5:45 de la mañana; cuando un hombre, al parecer intentaba ingresar a la pista de la terminal aérea saltando una reja. El atentando generó afectaciones en una de las salas de abordaje y la persona que tenía en su posesión el explosivo murió.
Era un bandido que tenía una intención terrorista contra uno de los activos en el aeropuerto”, expresó el ministro de Defensa, Diego Molano.
El Ministro de Defensa informó que hasta el momento no conocen la identidad del individuo responsable y dijo que el Ejército y la Fiscalía están investigan lo sucedido. No obstante Molano, no descartó que los responsables tengan nexos con las disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La segunda explosión fue una bomba que detonó una hora después en el barrio Aeropuerto, cerca de la terminal aérea; y que dejó dos policías muertos.
Según el coronel Giovanni Madarriaga, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, la segunda detonación ocurrió mientras los uniformados de la Unidad Antiexplosivos hacían barrido de la zona para descubrir si había más explosivos.
“El artefacto explosivo estaba en una maleta; y nuestros profesionales se acercaron con todas las medidas de seguridad, pero en ese momento la bomba explota”, dijo el coronel Madarriaga.
Los dos policías asesinados fuero los intendentes William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez; ambos nominados en la categoría Heroísmo de la Noche de la Excelencia Policial por su incansable trabajo para liberar de minas antipersona a Norte de Santander, y en particular a la región del Catatumbo.