A las 2:20pm de este viernes 15 de diciembre, luego de cinco horas de búsqueda, un equipo interdisciplinario conformado por peritos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y miembros de la Policía, halló el cadáver en descomposición de la joven estudiante del Sena Gabriela Andrea Romero Cabarcas, de 18 años, en una trocha del municipio de Malambo – Atlantico.
El olor de un cuerpo en descomposición, tan común en el área debido a la cercanía de un matadero, no fue la alerta que les avisó a los pobladores de la presencia de una persona muerta en el lugar, pues es frecuente que estos olores causen repugnancia a los habitantes de la zona.
“No hubo señales de nada: ni de animales carroñeros sobrevolando ni olor extraño, por eso no habíamos notado algo raro”, dijo un habitante del sector, que está ubicado a 200 metros de la Sexta Entrada de la vía Malambo–Caracolí.
Sin embargo, los técnicos del CTI tenían indicios de dónde buscar. La tarde anterior (jueves 14 de diciembre) había sido capturado el expolicía Levith Rúa Rodríguez en un centro comercial ubicado junto al estadio Metropolitano por la presunta violación de una joven venezolana que luego denunció el hecho a las autoridades.
Gabriela desapareció el 24 de noviembre tras salir de su casa en el barrio Vista Hermosa de Soledad, y según las pesquisas se habría reunido con el expolicía. Después de ese encuentro, se le perdió el rastro.
En su denuncia, la venezolana informó que fue llevada por Rúa Rodríguez hasta una zona enmontada cercana a la Sexta Entrada, donde fue abusada por él.
“Todas las hipótesis están siendo investigadas, la joven ha podido ser decapitada por la persona que la mató, pero también puede ser producto de los animales que hay en la zona, estamos cerca de un matadero”, dijo un investigador que pidió no revelar su identidad.
El cadáver ingresó como N.N. a Medicina Legal, ya que se requieren pruebas de ADN y carta dental para completar la identificación. Sin embargo, un tatuaje de gato en el muslo izquierdo y una manilla fueron la clave para que sus familiares confirmaran a la Fiscalía que ella era la víctima.
“La madrina reconoció la manilla, y además tenía una media negra que puede ser del Sena y un tatuaje de gato en el muslo izquierdo”, explicó un funcionario del equipo forense.
Los familiares de la joven estudiante de Gestión Empresarial guardaron hasta el último momento la esperanza de que no se tratara de su ser querido, pero esta se desvaneció al reconocer la marca en la pierna.
En un comunicado de prensa, el Sena lamentó la muerte de su estudiante.
“Rechazamos enérgicamente cualquier acto de violencia en contra de los aprendices Sena y comunidad en general. Lamentamos profundamente este hecho y esperamos más garantías para ellos, así como protección de sus vidas y sus derechos”.