El descubrimiento se realizó en el yacimiento de La Otra Banda, en el noroeste de Perú. Donde se desenterraron los restos de este templo con una antigüedad estimada de 4000 años, mucho antes de la cultura Inca.
En el 2023, se dio a conocer sobre un nuevo sitio arqueológico encontrado en cercanías a la antigua ciudad de Zaña. Debido a los múltiples saqueos que se estaban realizando en esta zona, el gobierno local alertó a un grupo de arqueólogos y científicos para que investigaran el lugar lo antes posible.
Es entonces cuando Muro Ynoñán, un científico investigador en el Centro Integrador de Investigación Negaunee en el Museo Field en Chicago, junto con su equipo, luego de conseguir los recursos necesarios para la excavación, inició con esta en junio de 2024.
Las ruinas
El equipo seleccionó un área de aproximadamente 10 por 10 metros y comenzó a excavar cuidadosamente el sedimento que se había acumulado durante milenios. A solo dos metros de profundidad, encontraron señales de antiguos muros construidos con barro y arcilla. “Fue sorprendente descubrir que estas estructuras tan antiguas estuvieran tan cerca de la superficie actual”, comentó Muro Ynoñán.
A medida que los arqueólogos cavaban más profundo, descubrieron evidencia de que el sitio había albergado un templo. “Creemos que un gran templo fue construido en la ladera de la montaña, y hemos encontrado una sección de él”, explica Muro Ynoñán. Uno de los hallazgos más emocionantes fue un pequeño teatro, que incluía un área tras bambalinas y una escalera que conducía a una plataforma similar a un escenario. Es posible que este espacio se utilizara para representaciones rituales frente a una audiencia selecta.
Confome continuaba la excavación, mas imagenes fueron encontradas en estas ruinas. Particularmente, una con forma de pajaro, ayudo a estimar la antiguedad de dichas piezas. “Es un diseño muy hermoso y, al mismo tiempo, intrigante, de una criatura mitológica. Es como un pájaro antropomórfico, pero con algunas características reptilianas”, explica Muro Ynoñán.
Hasta el momento se desconoce la identidad de la cultura responsable de estas construcciones. Según los investigadores, podría tratarse de una civilización ubicada en los 2000 a.C. Mucho antes de los Incas, y sus predecesores, Moche y Nazca.
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