Será que estamos listos para emprender nuevos desafíos como municipio principal del Magdalena Medio y como segunda ciudad más importante de Santander en esta nueva década. Esta inquietud me nace tratando de entender mucho más allá de las necesidades que Barrancabermeja atraviesa desde hace algunos años en materia económica y laboral, visionando que desde estas calles se forja una real ciudad que tiene las capacidades de estar a la altura de sus exigencias.
Tristemente, Barrancabermeja sobrevive a altos índices de desempleo que la atacan y que la llevan a ocupar las primeras plazas nacionales en esta materia. Un deshonroso 23.1% habla de la considerable comunidad desempleada que habita este municipio y que vive con la esperanza de llegar a final de mes y no pasar las verdes y la maduras, como coloquialmente dice el dicho.
Visión 2020.
Los más expertos en la materia precisan que este nuevo año está acompañado por factores prometedores como una nueva administración local, la posible reactivación de importantes proyectos como la navegabilidad del río Magdalena y la Vía Yuma, así como la actualización del POT; también se basan en estadísticas que sustentan el crecimiento de empleabilidad formal durante el primer semestre de 2019, cuando las Aseguradoras de Riesgo Laboral demostraron el aumento de 37 mil a más de 44 mil trabajadores.
Hace dos años por primera vez el DANE dijo oficialmente qué porcentaje de ciudadanos está desempleado en el puerto petrolero y el CER, para 2013, es decir cinco años antes, ya había mencionado un porcentaje cercano al 20%. Estas cifras demuestran cómo la tendencia empeoró en este lapso y por qué razón aquellos proyectos de importancia nacional con influencia en Barrancabermeja se enmarcaron bajo las posibilidades de recuperar el bienestar y la tranquilidad de las familias del puerto, los cuales se habían venido desdibujando cuando se trata de la relevancia que la industria de hidrocarburos tiene, o tenía, en la ciudad.
Diversidad económica.
Ahora cabría preguntarse qué rol está jugando Ecopetrol como eje transversal de las fuerzas económicas/laborales del municipio porque la compañía también representó una decepción en la estadística conocida hace dos años, cuando ésta precisó que la industria de hidrocarburos no era la que mayor empleabilidad generaba en la ciudad, sino que fueron los sectores de Comercio, hoteles y restaurantes con el 31%, es decir, cómo este sector fue el amortiguador del sentido tema social y laboral.
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Como cierre de esta columna, auguro que no nos queda más que seguir trabajando por esta tierra tostada a diario por el sol y bañada en río para que no solo el petróleo sea el sustento de esta tierra, sino que se genere el abanico diverso económico que las necesidades actuales exigen y seamos, no solo en nombre, el Distrito Especial que ahora nos titula.