Al menos 99 muertos y más de 3.000 casas quemadas se han registrado en Chile hasta el momento, especialmente en la región de Valparaíso. Por su parte Gabirel Boric, presidente del país latinoamericano, informó en una rueda de prensa que la cifra va a crecer significativamente. “Sabemos que las víctimas irán en aumento”, enfatizó el mandatario, además de asegurar que es la tragedia más grande que ha vivido Chile desde el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Hasta el momento no se ha podido identificar a todas las víctimas. El Servicio Médico Legal ha reportado que de los 99 fallecidos, solo se conoce la identidad de 32.
Las autoridades decretaron toque de queda nocturno a partir de las 21H00 locales y emitieron nuevas alertas de evacuación. “El toque de queda busca disminuir la presión en materia de abastecimiento, la prioridad es abastecer de combustible a los medios de emergencia” explicó el subsecretario de ministerio del Interior, Manuel Monsalve.
Los testimonios de las víctimas son desgarradores. Rodrigo Pulgar, un chofer que perdió su casa en El Olivar, uno de los sectores más afectados, relató a la AFP: “Esto era un infierno, explosiones. Intenté ayudar al vecino a apagar su auto, mi casa se estaba empezando a quemar por detrás. Era una lluvia de cenizas”.
“Estaremos ahí como gobierno para ayudarlos a levantarse, apoyados por helicópteros y aviones, bomberos y voluntarios que luchan contra las llamas en los cerros de varios puntos del país”, aseguró Gabriel Boric.
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